El martes 27 de febrero Julia Martí, del Observatorio de la Deuda en la Globalización, vino a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología para hablarnos de la crisis climática y de los ecofeminismos. Presentamos un resumen.

  • Las múltiples crisis

La mirada de las múltiples crisis entiende la coyuntura ecosocial actual dentro de una crisis del propio sistema (financiera, de estancamiento, inflacionaria), como ecológica (cambio climático, pérdida de biodiversidad, agotamiento de recursos), y de reproducción social y de cuidados, pero también democrática (falta de legitimidad de las instituciones de la democracia representativa).

Tweet del científico del CSIC Fernando Valladares. Algunos también hablan de “policrisis” para referirse a las múltiples crisis de las que nos hablaba Julia Martí.

  • Mirada centrada en el C02

Supone conceptualizar la crisis climática como un problema derivado principalmente de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), entre ellos el dióxido de carbono. Una mirada más amplia hacia la crisis ecosocial debe poder ver cómo la precariedad de la vida, la degradación de los ecosistemas y los conflictos sociales (resumiendo mucho) tienen que ver con las consecuencias del cambio climático visibles en los ojos humanos. El concepto de crisis ecosocial intenta rehuir de esa mirada que sólo señala las emisiones y las temperaturas.

  • Antropoceno o capitaloceno

En este “nuevo ciclo planterario” los cambios en el clima no se deben únicamente a los ciclos geofísicos del planeta, sino a la acción antrópica (de los humanos). A esta época se le ha llamado Antropoceno por este motivo. Julia plantea si el concepto de Capitaloceno recogería mejor la idea de que no es el sistema humano, sino el sistema socioeconómico, lo que genera este gran impacto sobre el ecosistema Tierra.

  • Consumo energético in eternum

Otro dato de contexto para comprender las ramas de la crisis ecosocial es el consumo energético creciente, que se debe al incremento de la actividad socioeconómica unida a la demanda de nuevas tecnologías para sostenerla. La investigación habla del momento en que vivimos como “la gran aceleración”, sosteniendo que el crecimiento socioeconómico sostenido comporta cambios biofísicos con el riesgo de que no podamos frenarlos.

Los gráficos en naranja son los cambios socioeconómicos (socio-economic trends), y los de color azul turquesa representan las tendencias de cambio en el sistema-Tierra (Earth-system trends). Fuente: Steffen, W.; W. Broadgate; L. Deutsch; O.. Gaffney and C. Ludwig. The trajectory of the Anthropocene: the Great Acceleration, The Anthropocene Review, 16 de gener de 2015.

  • El ecofeminismo y la sostenibilidad de la vida

Los ecofeminismos son múltiples porque deben considerarse desde diferentes perspectivas. Sin embargo, comparten la idea de que los cuidados (dentro de los cuales se engloban las tareas reproductivas) son centrales para que se dé la vida, y también, por tanto, son trabajo.

Julia nos resume muy rápidamente la historia de los ecofeminismos, situando tres corrientes que, en el fondo, todavía son paralelas. La única diferencia entre éstas es el papel que otorgan a las mujeres en la reproducción de la vida.

En los años 70, por ejemplo, nos encontramos con un ecofeminismo clásico o esencialista, que pone el foco entre el vínculo de la mujer y el cuidado, algo que naturaliza. En cambio, en los años 90, las feministas constructivistas criticarían ese vínculo naturalizado, considerando que los cuidados no deben ser necesariamente una tarea propia de la identidad femenina. Estas teorías se nutren con vertientes ecofeministas espirituales, o con el feminismo comunitario e indígena que nos llega de Latinoamérica (Abya Yala) y comparten la idea de la sostenibilidad de la vida.

La vida es sostenible según el ecofeminismo cuando se tienen en cuenta las interdependencias sociales y las ecodependencias ecológicas.

[Para más información sobre estas dos ideas puede revisar la conferencia sobre ecofeminisme que Yayo Herrero ofreció en la UAB en 2020.]

Los conceptos de corresponsabilidad y reciprocidad, junto con la interdependencia y la ecodependencia, forman parte, explicaba Julia, de esta idea de sostenibilidad de la vida.

Esta puesta en valor de la reproducción y el cuidado entra a menudo en conflicto con las voces tecno-optimistas, que creen que la solución al problema ambiental es técnico y tecnológico, de producción, y no de reproducción.

Sobre la mirada tecnooptimista, un ejemplo muy concreto es la sequía en Catalunya y las reacciones que está despertando. Mientras campañas como #NoEnRaja exclaman que la sequía está debida, en parte, a la mala gestión del agua, ciertas voces políticas y empresariales siguen poniendo sobre la mesa infraestructuras con gran impacto hídrico. En ese caso, priorizar el agua para los consumos más básicos sería una propuesta más que ecofeminista.

  • Ejemplos inspiradores: Greenham common

El ecofeminismo es recordado (aunque quizás no lo suficiente) por una lucha que tuvo lugar en Gran Bretaña entre 1981 y 2000, en la que un grupo de mujeres alrededor del colectivo Women for Life on Earth, acamparon a una base militar inglesa (en Berskhire) para paralizar su lanzamiento de misiles.

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*Imagen de portada de Pikara Magazine.