Educación superior e inclusión. Estudio de caso Ingeniería Industrial UNIMINUTO, Sede Principal

Imagotipo CRIEDO
Any: 2017

El objetivo fue conocer el impacto de la ampliación de cobertura y permanencia en la educación superior, de jóvenes de estratos bajo y medio-bajo de Bogotá, en mejorar el nivel socio económico de sus familias, mediante la evaluación cuantitativa a estudiantes de último año (2015 y 2016) y graduados de Ingeniería Industrial, UNIMINUTO, Sede principal.

La información se recolectó en fuentes secundarias de la universidad y en encuestas, el muestreo se realizó con el método probabilístico aleatorio simple. Con los datos recolectados se efectuó estadística descriptiva y análisis del discurso. La inclusión y permanencia de estudiantes de estratos bajo y medio-bajo de ingeniería industrial de UNIMINUTO, Sede principal, se relaciona principalmente a su interés por tener un mejor futuro laboral, mayores ingresos, y mejor calidad de vida, así como a los costos de sus estudios y al tiempo que pueden destinar. Al momento de vincularse laboralmente los graduados, el programa no es un mero ofertante de títulos, sino que permite el desarrollo de competencias determinantes en la vinculación y permanencia laboral.

Estudiar Ingeniería industrial, determina mejoras en la vinculación laboral, seguridad social, salario, en vivir en un mejor estrato, y en acceder a una vivienda propia.

A raíz de las reflexiones en torno al posconflicto, el gobierno ha propuesto como ejes del presente periodo de reelección presidencial, la paz, la equidad y la educación (DNP, “Plan nacional de Desarrollo 2014-2018. , 2015). Se espera que la educación sea uno de los ejes que más impacte en los niveles de bienestar social y económico de la sociedad colombiana.

A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años en educación, por parte del gobierno y las instituciones educativas, las familias y los educandos, el país sigue inmerso en un limitado acceso a la educación superior y en un deficiente impacto de esta en el desarrollo nacional.

En Bogotá, con una población de 8.363.782 habitantes (DANE, 2015) se gradúan anualmente, 564.147 jóvenes bachilleres (Secretaria de Educación de Bogotá, 2013), de los cuales únicamente el 10% ingresa a la Universidad y solo el 7% ingresa a la educación técnica y tecnológica (Caracol, 2013), de otro lado, para el acumulado 2001 a 2012 solo el 78% de los graduados estaban vinculados al sector formal de la economía (68% para técnicos profesionales a 93% para doctores) (Observatorio laboral para la educación, 2013). El tipo de vinculación laboral tampoco es la más atractiva, y respecto a los salarios, para el 2012, el ingreso promedio mensual de un profesional era de $1.631.325 (49% más alto que el de un tecnólogo).

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