La Casa, con una superficie de 6.245 m² distribuidos en cuatro plantas y un sótano, es un edificio singular con una arquitectura rica en elementos modernistas. A nivel estructural, mantiene la tradición catalana modernista de techos formados por bóvedas de ladrillo plano y vigas metálicas que tensan los arcos resistentes rebajados, construidos con ladrillo visto en sardinell.
La entrada monumental da paso al vestíbulo, donde las columnas y los capiteles son de piedra natural, los arcos y los muros de fábrica de ladrillo visto, y las barandillas, alféizares y balaustradas, de piedra artificial. En este espacio encontramos cuatro murales con azulejos policromados que cuentan la historia de las familias donantes que hicieron posible la construcción de la antigua Casa del calle del Carme: el escudo de armas de la familia Gualba, el de las familias Astor y Soler y el de la familia Ferran. Este último, representado por un motivo de una herradura de seis clavos, se repite en los azulejos del suelo del edificio como recuerdo del principal benefactor de la primera Casa de la Convalescència.
En la planta baja, todas las salas están adornadas con frisos de mayólicas, y se conservan paneles de azulejos, manufacturados en fábricas de Esplugues y Manises, en los que destacan las leyendas de las virtudes Fe, Esperanza y Caridad, así como otras alusiones de carácter religioso. En las escaleras que conducen a los pisos superiores, los peldaños son de mármol o de piedra caliza.
La antigua capilla, ahora convertida en Aula Magna, presenta una proporción acusadamente vertical con una gran cúpula central sostenida por pechinas, arcos de ladrillo visto en sardinell y columnas de piedra pulida. El altar mayor, que originalmente contaba con un retablo extraordinario representando a San Jorge, estaba hecho de alabastro esculpido en estilo barroco, con columnas en forma de espiral y una gran cantidad de relieves decorativos.