Canals, R. (2022). Ritual Ratha Yatra. [Fotografia]. Les Rambles, Barcelona.
Ritual descrit i analitzat per Juan Francisco Cuyás (2023) en el marc del projecte ERC Visual Trust (2022-2026).
Es localitza a Barcelona, Catalunya.
Un cop a l’any, entre juny-juliol.
Resum –
El Ratha Yatra es un ritual hindú en homenaje a Jagannath, avatar del dios Krishna, que tiene lugar entre junio y julio. El ritual consiste en la procesión de las imágenes sagradas sobre carros de madera, los cuales ofrecerán la bendición en un intercambio de miradas con los viandantes. Originario de la ciudad de Puri, en Odisha (estado al noreste de India), este ritual ha adquirido una dimensión cosmopolita e internacional. La organización ISKCON (Internacional Society for Krishna Consciousness) está a cargo de su preparación en colaboración de l’Ajuntament de Barcelona. Es un ritual donde el canto devocional, el baile y la mirada tienen un papel fundamental en la interacción con lo divino.
Categories descriptives
Hinduisme, pelegrinatge, Krishna, cant, ball, mirada.
Descripció etnogràfica
El ritual del Ratha Yatra es un ritual hindú originario de la ciudad de Puri, en Odisha, estado al noreste de India. Este ritual conmemorativo consiste en la peregrinación simbólica de las imágenes sagradas, también llamadas murtys, en grandes carros de madera (rath) arrastrados manualmente con cuerdas. De ahí el nombre del ritual, que se puede traducir del sánscrito como viaje o peregrinaje (yatra) de los carros (rath). El nombre de las deidades que presiden estas estructuras de madera son Jagannath, Balabhadra, y Subhadra, siendo las dos primeras las deidades más importantes durante la procesión. Sin embargo, Jagannath tiene una relevancia central, dado que es considerado avatar del dios Krishna. Dentro de la tradición Vaishnava, Jagannath, que se traduce literalmente del sánscrito como “señor del universo” (Jagat = Universo; Nath = señor), es considerado el dios supremo.
Originalmente, el ritual consistía en portar a las murtys desde la residencia habitual hasta el templo de verano, recorriendo una avenida de 3km de largo. Este ritual permitía que las personas que no podían acceder al sanctasanctórum por motivos de casta o de género pudieran participar de la adoración y recibir la bendición. En la actualidad, el Ratha Yatra ha adquirido una dimensión cosmopolita e internacional gracias a ISKCON (International Society for Krishna Consciousness), fundada en 1966 en Estados Unidos por el líder espiritual indio Swami Prabhupada. Desde entonces este ritual ha tenido lugar en numerosas ciudades de Estados Unidos y Europa, convirtiéndose en una fiesta popular de referencia para miembros de comunidades hindúes en diferentes lugares de la diáspora del sur de Asia (Eck, 1998).
En Barcelona, el ritual del Ratha Yatra ha adaptado su escala y formato para ajustarse a las condiciones de la ciudad y a diversos factores como los requerimientos legales del ayuntamiento, el número de participantes y la financiación. Se utiliza un solo carro en lugar de los tres que se emplean en Puri (uno para cada deidad), lo que reduce tanto el tamaño como el número de los carros. Además, aunque el Ratha Yatra normalmente se celebra al comienzo del mes de Ashadha según el calendario lunar bengalí, en Barcelona se lleva a cabo el sábado más cercano a esta fecha para adaptarse al calendario festivo local. Sin embargo, en esencia, se sigue el mismo orden que involucra la vida íntima del templo con la vida pública de la calle, y en el que intervienen numerosos procesos rituales desde los días previos al acto público.
El primer paso ritual es la preparación de las imágenes sagradas, llamadas murtys. En este paso, las figuras de Jagannath, Subhadra y Balabhadra son “instaladas”, lo que implica un proceso en dos etapas: primero, las esculturas se sacan de donde están guardadas y se lavan cuidadosamente; luego, se visten con ropajes, joyas y flores. Este acto, especialmente la primera parte, se realiza de manera privada. Solo una persona elegida puede encargarse de vestir las imágenes, generalmente el día antes de la procesión. Dicha persona debe haber recibido la iniciación brahmánica, lo que implica haber sido entrenada en la liturgia y la recitación de los mantras necesarios en la activación de las murtys. Para recibir esta iniciación, es necesario seguir cuatro principios: no consumir carne, no consumir drogas, no practicar sexo fuera del matrimonio y no participar en juegos de azar.
Aunque el ritual es conocido en términos generales, algunos aspectos de la preparación, como los elementos exactos utilizados para lavar las murtys o los mantras recitados, permanecen reservados solo para quienes ofician el ritual. Según uno de los informantes involucrados, la preparación y engalanamiento de las imágenes está inspirada en la atención dedicada a un rey o señor en su hogar, a quienes solo pueden atender personas cercanas, como su esposa o sirvientes de confianza. Por ello, el proceso es íntimo y reservado.
Canals, R. (2022). Preparación de las murtys antes de la procesión. Algunas partes de esta preparación son accesibles solo para el oficiante. [Fotografia]. Templo Hare Krishna, Barcelona.
Es importante destacar que las murtys utilizadas durante el Ratha Yatra no ocupan todo el año el altar principal del templo Hare Krishna en Barcelona, situado en la Plaça Reial, sino que están guardadas (dormidas). De ahí la necesidad de que las imágenes sean despertadas para este evento anual. Si estuvieran siempre en el altar, el cuidado ritual diario sería mucho más exigente, ya que la tipología de murty también dicta las obligaciones y prácticas de adoración a seguir.
Con las murtys ya listas para el desfile, la actividad en el templo se intensifica. Numerosos voluntarios acuden al templo para colaborar en los preparativos finales. Estos voluntarios participan en diversas tareas, desde la elaboración de guirnaldas de flores para el carro hasta la preparación de la comida vegetariana que se repartirá más tarde a los asistentes. Paralelamente, se debe ensamblar en la calle el carro de madera sobre el que se llevarán a las deidades. Este proceso consiste en trabajo manual y la decoración del carro, realizándose la misma mañana del Ratha Yatra.
A medida que se acerca la hora de la procesión y con todo dispuesto, las murtys son sacadas por los sacerdotes y sacerdotisas (i.e. quienes han recibido iniciación brahmánica) del templo para ser colocadas en el carro ya terminado. El hecho de transportar las murtys al carro es una ceremonia acompañada de cánticos y mucha expectativa y emoción. Desde el templo, se empuja el carro hasta el extremo sur de Les Rambles, donde hay preparado un escenario para muestras de artes indias (danza, teatro, canto) y otros eventos sociales que forman parte del programa del Ratha Yatra.
Al llegar al punto de inicio en Les Rambles, un pujari (sacerdote u oficiante) realiza un acto de protección llamado Vāhana puja, que tiene como fin proteger al carro. Entre otros pasos, este episodio incluye la ruptura de los cocos (nariyal) y la recitación de mantras para la liberación de las malas influencias. Tras ello, se dará comienzo oficialmente a la procesión del Ratha Yatra.
Cuyás, J. F. & Canals, R. (2024). Acto de protección Vàhana puja realizado por un pujari antes de la procesión. [Fotograma de la película Under Jagannath’s Gaze]. Les Rambles, Barcelona. https://vimeo.com/960332982?share=copy
La procesión pública es la etapa más importante. Consiste en el desfile de las divinidades por distintos lugares emblemáticos de la Ciutat Vella de Barcelona, incluyendo Les Rambles, el Barrio Gótico, la Plaça Jaume I, la Plaça de l’Ajuntament y la Catedral de Barcelona. Para adaptarse a las estrechas calles del casco antiguo, el carro ha sido diseñado y construido con dimensiones específicas, permitiendo su paso por lugares angostos como el Pont del Bisbe.
El carro es tirado a lo largo de Barcelona mediante cuerdas gruesas que son sostenidas por los devotos y cualquier persona que desee participar. Este circuito ritual puede durar entre dos y tres horas, mientras que en la India dura alrededor de doce a dieciséis horas. En esta etapa participan no solo los miembros de la comunidad Hare Krishna (aproximadamente 50), que en su mayoría son occidentales convertidos al hinduismo. En el evento también participan personas hindúes miembros de diásporas del sur de Asia. Destaca la presencia de miembros de la comunidad bengalí originarios de Bangladesh e India.
Imatge 4
Rodulfo, E. (2024). Grupo de kirtan cantando el nombre de Dios, acompañado por instrumentos como mridanga (tambor doble), kástalas (platillos) y shankh (caracola marina). [Fotografia]. Les Rambles, Barcelona.
Alrededor del carro, los seguidores de la procesión cantan y bailan, y algunos ayudan a tirar de él con cuerdas. El liderazgo del movimiento del carro es compartido entre dos grupos principales: el grupo de kirtan, que es un canto devocional colectivo indio, y un grupo de mujeres (gopis) que realiza coreografías a lo largo del recorrido.
El grupo de kirtan recita el Hari Naam, un mantra repetitivo que contiene el nombre de Krishna:
“Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare,
Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare.”
Este canto se acompaña por diversos instrumentos tradicionales indios, tocados por los mismos integrantes del grupo de kirtan. Entre estos instrumentos se encuentran mridanga (tambor de dos caras), kártalas (pequeños platillos de mano) y shankh (caracola marina). Los músicos y cantantes forman una fila al frente de la procesión, marcando el ritmo y animando a los demás participantes a unirse al canto y al baile.
Un participante lidera el canto usando un micrófono que está conectado a unos altavoces incorporados al carro. Esta persona (la cual va rotando de forma espontánea) está encargada de dinamizar al resto de participantes y ayudar a marcar una pauta e intensificar las emociones colectivas. Una forma de dinamización es mediante la selección de la canción. Aunque el contenido del Hari Naam sea siempre el nombre de Hare Krishna, su estructura, melodía y modos de repetición (canto responsorial o directo) pueden variar.
Mientras el grupo de kirtan lidera desde el centro del movimiento, un grupo de gopis avanza al frente, abriendo el camino. Ellas realizan coreografías que también marcan el ritmo de la procesión, especialmente en los primeros momentos cuando el nivel de intensidad y el ritmo del baile es más bajo. A medida que la procesión avanza y la energía va en aumento, sus movimientos se integran con mayor dinamismo al conjunto. Visten atuendos tradicionales como saris y dhotis, engalanadas con guirnaldas de flores y símbolos asociados a Krishna como el tilak (marcas devocionales en la frente hechas con pasta de sándalo o arcilla).
A lo largo del recorrido, la interacción entre el grupo de kirtan y las gopis mantiene la energía del evento, alternando momentos de canto, baile y pausas según la intensidad de cada momento. Aunque en la mayor parte del tiempo estas acciones de canto y baile se realizan mientras se camina, en determinados momentos surgen pausas improvisadas, donde el grupo de kirtan se detiene para formar un corro, deteniendo temporalmente el movimiento del carro. En estas ocasiones, los integrantes del kirtan se dirigen los unos a los otros de una forma más directa a través del cuerpo, la mirada y el baile. La intensidad y la velocidad de la música y el baile puede aumentar progresivamente hasta que se llega a un pico muy alto y se termina la pieza. Es entonces cuando otra persona toma el liderazgo, cambiando de pieza y retomando el movimiento de la procesión.
Rodulfo, E. (2024). Devoto cantando y tocando jhanj (platillos grandes). [Fotografia]. Les Rambles, Barcelona.
En conjunto, esta coreografía y actividades se convierte en una experiencia extática, alcanzando grandes momentos de emoción y júbilo. Sin embargo, procesión no solo es una expresión devocional interna, sino que busca activamente ser contagiosa y atraer a los transeúntes a participar. Los devotos se esfuerzan por generar una atmósfera inclusiva y animada, invitando al público a unirse a los cantos y bailes. En ocasiones, se reparten pequeñas ofrendas consagradas, como pétalos de flores y dulces (prasad), para reforzar la interacción y acercar al público a la devoción. Este aspecto performativo hacia la ciudadanía está diseñado para ser llamativo, de manera que todo aquel que se sienta conmovido participe de alguna forma. La búsqueda de contagiar la emoción devocional también tiene un aspecto divulgativo o incluso “misionero” (Valpey, 2008), pues se pretende que la gente conecte con Krishna y experimente su presencia.
Durante todo el desfile, las murtys son el centro de todas las acciones y el foco de los bailes y cantos. Ellas presiden la procesión desde lo alto del carro y son atendidas en calidad de divinidades. Por ejemplo, son abanicadas para evitar el calor, se les ofrece incienso y flores como muestras de devoción, y se cuida que no se descoloquen sus ropas y adornos. Un detalle clave del diseño de las murtys es el tamaño de sus ojos, agrandados para asegurar que los devotos puedan verlas desde cualquier punto del recorrido. Este diseño permite que el darshan, el encuentro visual y bendición a través de la mirada con la deidad, sea accesible para todos, incluso para quienes las observan de manera casual. Durante el baile y el desfile, todas las acciones giran en torno a las murtys, que miran a los devotos, son contempladas y reciben ofrendas.
Canals, R. (2022). Detalle del carro durante la procesión del Ratha Yatra. [Fotografia]. Les Rambles, Barcelona.
Una vez de vuelta al escenario en Les Rambles, las deidades en el carro son colocadas en un lateral del escenario. Desde allí, las deidades pueden observar directamente el espectáculo y da comienzo la muestra de artes indias que incluye danza, teatro y canto. El programa de actuaciones se organiza anualmente, invitando a diferentes artistas locales e internacionales, por lo que las presentaciones varían cada año.
Los espectadores tienen un perfil muy variado; no solo asisten devotos, sino también residentes locales y turistas que se acercan al evento por su interés en el valor cultural y artístico del ritual. Simultáneamente, se reparte un menú gratuito de comida vegetariana a los asistentes, considerado prasad, es decir, alimento previamente ofrecido a la divinidad.
Este periodo de actuaciones permite a los fieles acercarse al carro donde se encuentran las deidades. Algunos devotos se aproximan para hacer reverencias, ofrecer flores o simplemente contemplar a las murtys. Otros aprovechan para tomarse fotos junto a las deidades y el carro decorado.
Después de varias horas de actuaciones y actividades en el escenario de Les Rambles, un grupo de devotos se encarga de mover de nuevo el carro hacia el templo, dejando atrás las actuaciones que todavía seguirán por una hora. Ya entrada la noche, se realiza una procesión de regreso al templo, marcando la conclusión del acto público del ritual. Los devotos vuelven a tirar del carro que transporta a las deidades, acompañados nuevamente por cantos y música, pero en un ambiente más recogido y solemne. Una vez desmontadas las deidades del carro y subidas al templo, se colocan con sumo cuidado de vuelta a “dormir”. De nuevo, sólo personas con la iniciación brahmánica pueden mover a las deidades del carro y al altar principal.
Cuyás, J. F. & Canals, R. (2024). Después de la procesión, las murtys son devueltas al templo para descansar. [Fotograma de la película Under Jagannath’s Gaze]. Templo Hare Krishna, Barcelona. https://vimeo.com/960332982?share=copy
Seqüència ritual
Anàlisi ritual
El Ratha Yatra tiene tres objetivos principales que estructuran el ritual y guían la participación de los devotos:
Conmemoración del regreso de Jagannath a Vrindavan: El ritual conmemora el regreso de Jagannath a su ciudad natal, lo que simboliza la reconexión del señor con sus devotos más íntimos. Esta representación tiene un carácter altamente performativo, ya que el traslado de la imagen sagrada desde el templo hasta la calle permite que la comunidad se relacione de manera más cercana con la deidad.
Recepción del darshan de la deidad: El darshan es un acto crucial en el que la bendición divina se transmite a través del intercambio de miradas entre los viandantes y la murty. Para los devotos, el simple hecho de ser observado por Jagannath desde lo alto del carro es considerado un acto de gracia que purifica el alma y acerca a la divinidad.
Adoración y festejo del nombre de Krishna a través del Hari Naam: Esta práctica se vincula al Nagar Kirtan (“Canto en la ciudad”), una tradición devocional presente en varias corrientes religiosas del sur de Asia. Para los devotos de ISKCON, la repetición colectiva del nombre de Krishna durante la procesión es una forma de invocar su presencia y experimentar su cercanía. En este sentido, la música y el canto actúan como vehículos para la conexión emocional y espiritual con lo divino, lo que refuerza la dimensión extática del ritual.
Todos estos fines rituales tienen una dimensión corporal y sensorial que busca contagiar, a través de la alegría, la consciencia de Krishna. La música, los cantos, los bailes, los colores y los aromas crean una atmósfera festiva y extática que involucra a los participantes y espectadores en una experiencia multisensorial.
Este equilibrio se refleja en un análisis más profundo de la secuencia ritual, que muestra a las deidades en la vida íntima del templo (A y C) y su vida pública (B) a lo largo de su desplazamiento. De hecho, el ritual trata de desplazar estas deidades de un lugar a otro, de A a C. En India, peregrinan de su residencia habitual a la de verano (origen natal de Jagannath). En Barcelona, salen de su residencia habitual para volver a esta, templo situado en la Plaça Reial, después de pelegrinar por las calles.
Analizando el proceso ritual desde la perspectiva de las deidades, éstas pasan de la vida en el templo a conectarse con sus devotos durante la peregrinación. En este contexto, las murtys no son tratadas como simples representaciones, sino que se consideran manifestaciones o “avatares” de Dios que aceptan dicha forma para poder participar en el acto. Algunos devotos describen el acto de preparación como una forma de “despertar” las esculturas, lo que permite que las deidades participen activamente en el ritual.
En el contexto del hinduismo, y en particular dentro del bhakti yoga (camino de la devoción), estos términos (despertar, dormir) son comunes, ya que la relación entre el devoto y lo divino se establece en un ámbito cotidiano y personal. Aunque existen términos brahmánicos más complejos, no forman parte del léxico que la mayoría de los fieles utiliza en su práctica diaria.
Ya despiertas, ellas mismas viven este momento de júbilo, engalanadas de tal manera que son el centro de todas las atenciones, al ser muy vistosas (con ropajes, joyas, flores, alimentos) y desprender aromas fragantes. Este momento de vida pública se establece con sumo cuidado, a través de todo un protocolo propio de cualquier personalidad distinguida.
De aquí que su salida y su transporte (B.1) requieran de actos ceremoniales con cánticos y con un especialista que recite un mantra. Este acercamiento al punto inicial de la procesión intensifica el tiempo de separación mediante los cánticos y la música. Ya en su peregrinaje (B.2), las acompaña un grupo kirtan que recita el Hari Naam, canto devocional a Krishna. La práctica del kirtan tiene como objetivo conectar con Krishna y experimentar su cercanía a través de la música y el canto colectivo. Para los practicantes, pronunciar el nombre de Krishna es considerado un acto purificador y auspicioso, que limpia la mente y el corazón, incluso para aquellos que lo escuchan de manera pasiva. Según la tradición Advaita Vedanta, propia de su visión espiritual, no existe diferencia entre Krishna como identidad y su nombre; ambos invocan su presencia. Esta creencia se basa en la idea de que Dios es la verdad absoluta, lo que implica que todo lo que existe es una manifestación de lo divino.
Desde la perspectiva de los devotos, la centralidad de todo el ritual está en estas divinidades vivas con las que se comparte un tiempo sacro. De aquí que se les rinda todas las atenciones ceremoniales de engalanamiento (A), recibimiento y puesta en escena pública (B.1), acompañamiento en la peregrinación (B.2) y ofrendas (B.3). Una vez las divinidades salen de la intimidad del templo a la vida pública, el júbilo de los devotos va en aumento al compartir su presencia y su mirada. En el recibimiento (B.1), se experimenta su presencia; se embriagan con verlas, oliendo aromas, escuchando cantos y mantras. Ya en el peregrinaje (B.2), no solo se disfruta de su presencia, sino también de su mirada.
Durante la procesión, bajo el canto devocional repetitivo Hari Naam, los adeptos pueden ser mirados por las divinidades. Son los ojos abiertos de las murtys que, al depositarse en uno, este goza de su sacralidad (darshan). Por ello, la conexión visual de las murtys juega un papel crucial. Todo aquel que se cruza con este evento no solo disfruta de su pompa, sino que estará bendecido por la mirada de Jagannath, que observa desde lo alto del desfile con sus grandes ojos abiertos. Este intercambio de miradas se repite durante el baile y el desfile, ya que todas las acciones giran en torno a las figuras que observan y son observadas. Es en este momento álgido, a través de todo el campo sensorial, que se comparte la existencia con las deidades, traducido en una máxima alegría con cantos, bailes y, finalmente, con ofrendas (B.3). Así es como se las acompaña a su destino (C), en el que reposarán un largo tiempo.
En resumen, el ritual del Ratha Yatra está colmado de contrastes. Mientras la vida en el templo es íntima y recogida, la experiencia pública durante el estadio liminal está llena de picos de intensidad y éxtasis. Esto refleja cómo los regímenes de visibilidad y performatividad (público/privado) influyen en los regímenes rituales. La etapa liminal nos muestra la suspensión parcial de las normas a través de un canto que puede parecer desembocar en una alegría incontenible por Dios. Según Victor Turner (1969), la liminalidad crea un espacio donde las normas sociales se disuelven temporalmente. En el tiempo de agregación, volvemos a la normalidad, a un decoro que, aunque continúa estando caracterizado por la devoción y el canto, restablece las estructuras y rutinas cotidianas.
Esta transición de lo público a lo privado y de la intensidad a la calma ilustra cómo se manifiesta la devoción en el contexto ritual de los Hare Krishna. Tal y como apunta un informante especialista, este fenómeno se relaciona con la práctica ritual de los Hare Krishna, que se mueve entre dos corrientes: el Sadhana Bhakti, que implica un servicio regular y disciplinado (sadhana = disciplina), y el Raganuga Bhakti, que se manifiesta en una adoración espontánea y un amor profundamente emocional y personal hacia lo divino (raga = apego).
La adoración espontánea no significa una renuncia a la espiritualidad. Al contrario, complementa y enriquece la práctica devocional, fusionando la disciplina con una expresión emocional profunda del acto ritual. Así, los devotos pueden navegar entre la estructura y la libertad en su camino espiritual.
Bibliografia
Cuyás, J. F. & Canals, R. (2024). Under Jagannath’s Gaze [Film]. ERC Visual Trust. https://vimeo.com/960332982?share=copy
Canals, R. (2022). [Ritual de Ratha Yatra]. [Fotografies]. Templo Hare Krishna & Les Rambles, Barcelona.
Eck, D. L. (1998). Darsan: Seeing the divine image in India (3d ed.). Columbia University Press.
Rodulfo, E. (2024). [Ritual de Ratha Yatra]. [Fotografies]. Les Rambles, Barcelona.
Turner, V., Abrahams, R., & Harris, A. (1969). The Ritual Process: Structure and Anti-Structure (1st ed.). Routledge. https://doi-org.sire.ub.edu/10.4324/9781315134666
Valpey, K. R. (2006). Attending Kṛṣṇa’s image: Caitanya Vaiṣṇava mūrti-sevā as devotional truth. Routledge.