SIPHONAPTERA

Descripción:

En este orden podemos encontrar más de 1.900 especies, agrupadas en unas 16 familias. Comúnmente se las conoce como pulgas y suelen habitar en zonas cercanas a otros animales.

Esto se debe a que los organismos de este grupo se caracterizan por ser ectoparásitos de animales endotermos (mamíferos y aves), destacando especialmente los roedores. Sin embargo, hay que mencionar que solo los individuos adultos son parásitos, mientras que las larvas y pupas se alimentan de otras fuentes.

Su ciclo comienza cuando la hembra adulta se alimenta de sangre, lo que le proporciona suficiente energía para poner entre 15 y 20 huevos al día. Muchos de estos huevos caen del animal parasitado y, tras 2-14 días, eclosionan. De ellos surgen las larvas, que se alimentan de restos orgánicos y de sangre contenida en las heces de los adultos. Para alcanzar la fase adulta, las larvas deben realizar tres mudas, un proceso que puede durar desde una semana hasta varios meses, dependiendo de la especie y las condiciones ambientales.

Para adaptarse a este estilo de vida, han desarrollado diferentes características corporales. Aunque son de tamaño muy reducido (1,5-3 mm), pueden llegar hasta sus huéspedes gracias a su gran capacidad de salto. Esto lo logran mediante el control y almacenamiento de energía en la musculatura de sus patas traseras.

Otras características destacables son su cuerpo ligeramente comprimido lateralmente, lo que facilita su movimiento entre los pelos del huésped, y la presencia de una cutícula endurecida que las protege de golpes.

El problema de estos animales no se limita a las molestias que causan con sus picaduras, sino también al hecho de que pueden actuar como vectores de enfermedades. Esto significa que, al picarnos, podrían transmitir patógenos que de otro modo no llegarían a nosotros. Un ejemplo muy conocido es la peste bubónica, que no era transmitida directamente por los ratones, sino por las pulgas que estos portaban.