Chus López

Profesor Asociado de Comunicación Audiovisual

Universidad Abat Oliba

jlopezgo@uao.es

Si una cosa ha enseñado este año pandémico es que las salas de cine han logrado ofrecer al público nuevo contenido gracias al papel que ha jugado el cine independiente en la producción y la distribución cinematográfica. A lo largo del pasado año 2020 y el presente 2021, el cine independiente ha resistido a los efectos de la pandemia y ha protagonizado el 93% de los estrenos, acaparando también la pasarela de los premios Goya con diferentes películas y la consagración de Las Niñas.

De hecho, la pasada gala de los Goya ha reconocido la tarea del cine independiente, pues de las cinco películas nominadas a la candidatura de Mejor Película, cuatro han sido producidas y distribuidas de manera independiente. Es el caso de Ane, producida por Amania Films y distribuida por Syldavia CinemaSentimental, producida por Imposible Films y distribuida por FilmaxLa boda de Rosa, producida por Tandem Films, Turanga Films, Setembro Cine y Halley Productions y distribuida por Filmax, y Las Niñas, producida por Inicia Films y  BTeam Pictures y también distribuida por esta última.

En el pasado año, con una pérdida acumulada en la recaudación de un 73% respecto al 2019, han sido las productoras y las distribuidoras independientes las que han llenado el vacío que ha dejado la inactividad de las majors, debido a los efectos de la pandemia y a su política en el retraso de sus estrenos debido a sus intereses a nivel mundial. Ante esta situación, ADICINE, la Asociación Distribuidores Independientes Cinematográficosha reclamado cambios. La principal proclama pasa por establecer un cambio en el sistema de puntuación que exige el Instituto de Cine, ICAA, para la concesión de las ayudas a la producción. El sistema de sondeo y de puntuación no garantiza la transparencia y juega a favor de la presión ejercida por parte de las majors, sabedoras de su peso en el mercado de la exhibición cinematográfica en nuestras salas. También se reclama un papel más activo por parte de Televisión Española a la hora de comprar más títulos de producción independiente nacional, conllevando el inicio para un cambio de paradigma significativo en la proyección de contenidos audiovisuales en la cadena pública.

No tan sólo nos referimos al cuarteto de películas que han protagonizado las nominaciones de los Premis Goya, sino a películas como El inconveniente, No matarás, Los Europeos, Baby, Cartas Mojadas, Falling o My Mexican Bretzel y un largo etcétera de títulos  que se han convertido en fundamentales para que las salas de cine aguantaran el tipo durante este largo año pandémico y no tuvieran que bajar la persiana. Según datos de ADICINE, se ha distribuido un 50% más de cine español que en el 2019 y se ha recaudado un 30% más a pesar de que la recaudación ha sufrido una caída en términos generales del 70% respecto a un año precedente con cifras similares a históricos de recaudación.

Mientras tanto, las majors han ido retrasando sus estrenos sin tener en cuenta la dependencia de las salas españolas respecto a su contenido y, como consecuencia, de su cuenta de resultados. La falta de sensibilidad por parte de estos entes globales respecto a la subsistencia del tejido empresarial en el sector de la exhibición del cine español y la excesiva dependencia del sistema de salas respecto a un tipo de contenido nos lleva a plantearnos si realmente debemos seguir apostando por este modelo de exhibición, tan cuestionado y denostado.

El aumento en la demanda de cine independiente español conlleva un dato para la esperanza y situa a nuestro cine en un papel más que significativo para dibujar propuestas de mejora en su protección y promoción en favor del consumo de los espectadores. Como ya indicábamos en el anterior artículo referente a la Ley General de Comunicación Audiovisual, el anteproyecto obliga a las grandes plataformas audiovisuales a la producción, promoción y visibilidad de obras europeas. En este caso, creemos que la única forma para conseguir que se mantenga el protagonismo del cine independiente y, por tanto, de un tejido empresarial de gran valía cultural, es por medio del establecimiento de cuotas obligatorias para la exhibición en la actual Ley del Cine.

La última medida aprobada, el nuevo Real Decreto 1090/2020, de 9 de diciembre, por el que se modifica el Real Decreto 1084/2015, de 4 de diciembre, por el que se desarrolla la Ley 55/2007, de 28 de diciembre, no entraña cambios significativos en esta línea. El nuevo texto tan sólo incluye medidas dirigidas a favorecer la actividad cinematográfica y audiovisual, como medidas de carácter procedimental y de mejora de aspectos técnicos. En Sección I. Página. 112851 del texto completo, se establecen nuevos criterios para favorecer el cine hecho por mujeres, la producción de documentales, el cine de animación y las coproducciones con países latinoamericanos. Además, se refuerza el respaldo a los cortometrajes, a las películas en lenguas cooficiales distintas al castellano y a las obras de creadores noveles:

“Por último, se aumenta el límite máximo de ayudas que pueden recibir las obras audiovisuales difíciles, que se fija en los siguientes porcentajes del coste reconocido: Los cortometrajes pasan del 75 % al 85 % de dicho coste. Las obras de los nuevos y nuevas realizadoras, con un límite actual del 70 %; las obras en lenguas cooficiales, con un límite actual del 60 %; y el nuevo supuesto de las obras dirigidas por personas con discapacidad pasan a alcanzar todas ellas el 80 %. Los nuevos supuestos de obras realizadas exclusivamente por directoras, de obras de especial valor cultural, de documentales y de obras de animación podrán alcanzar ayudas de hasta el 75 % del coste reconocido, y, finalmente, las obras realizadas en régimen de coproducción con países iberoamericanos podrán alcanzar ayudas de hasta el 60 % de dicho coste.”

Estas medidas distan mucho de dar un espaldarazo al cine independiente español, con muchas dificultades añadidas por el efecto de la pandemia en las estructuras empresariales pequeñas y medianas que sustentan estas iniciativas. Dado el protagonismo que ha tenido durante la pandemia y el esfuerzo de los profesionales que hacen posible estas películas, sería recomendable poder establecer ciertas limitaciones legales al contenido cinematográfico de las majors que llega a nuestras salas y garantizar su presencia en las carteleras con cuotas obligatorias por ley. La solución no sólo pasa por emular el caso francés, que siempre ronda año tras año entre el 40% o el 50% de representación del cine galo en taquilla, sino por saber exportar nuestros títulos al extranjero.

La consagración de títulos como Las Niñas y el resto de los candidatos a Los Goya nos permiten gozar de una oferta cultural diversa en temáticas, en procedencias, en territorios, incluso en lenguas. El problema no sólo pasa por la producción de estas películas, que también, si no en su grado de representación, de promoción y de difusión en taquilla. Las cifras de la pandemia dibujan un panorama desolador para la exhibición cinematográfica en salas, pero nos abre una puerta para justificar que la defensa de la diversidad cultural y cinematográfica repercute directamente en más espectadores y en más proyección y revierte en la consolidación de un sector cinematográfico diverso representado por la pequeña y la mediana empresa, por trabajadores del audiovisual.

Con películas situadas en Aragón, Las Niñas, en el País Vasco, Ane o Aquelarre, en la Comunidad Valenciana, La Boda de Rosa o en Cataluña, El año del descubrimiento, Goya al Mejor Documental y al Mejor Montaje, la importancia en la defensa de diversidad cultural y audiovisual repercute directamente en la creación de puestos trabajos enraizados en el territorio y, además, nos aleja de la dependencia y la indiferencia de grandes empresas situadas a kilómetros y kilómetros de nuestras salas y que responden a otros intereses. Hasta el momento, y debido a su posición dominante en el mercado, la única forma eficaz de lograr un cambio es a través de las cuotas de representación del cine independiente en salas, a través de la ley.

Real Decreto 1090/2020, de 9 de diciembre.

https://www.boe.es/boe/dias/2020/12/10/pdfs/BOE-A-2020-15877.pdf

ADICINE, Asociación Distribuidores Independientes Cinematográficos.

Martínez, Luis. El cine independiente resiste a la pandemia, protagoniza el 93% de los estrenos y acapara los Goya, El Mundo 3 de febrero de 2021.

https://www.elmundo.es/cultura/cine/2021/02/03/601a925afc6c83513b8b45a4.html

Bermejo, Andrea G. 2020, el año en el que el cine independiente salvó a las salas españolas. Cinemanía, 3 de febrero 2021.

https://www.20minutos.es/cinemania/2020-el-ano-en-el-que-el-cine-independiente-salvo-a-las-salas-espanolas-4568766/?autoref=true