La FSM como organización que coordina el sindicalismo de clase en los cinco continentes, y que tiene afiliados a 97 millones de personas afiliadas de 132 países, quiere expresar su opinión y hacerla pública ante lo que está sucediendo en Catalunya, estado español.
La FSM desde sus orígenes siempre ha apoyado el derecho de autodeterminación de los pueblos. Ya en los años 40 del siglo pasado se pronunció contra la colonización de los pueblos explotados por las burguesías de los países colonizadores.
La FSM tiene 11 sindicatos afiliados en el estado español, parte de ellos en las llamadas nacionalidades históricas. Estas naciones, entre las que se encuentra Catalunya, ganaron capacidad de autogobierno durante la Segunda República. El proceso histórico y político hubiera seguido avanzando si la burguesía nacional e internacional utilizando como instrumento al dictador Francisco Franco no hubiera ganado la Guerra Civil con la ayuda directa de Hitler, Mussolini y las grandes empresas capitalistas americanas, francesas e inglesas fundamentalmente. La actual monarquía, restaurada por el Dictador, es la continuidad de la realidad de ese proceso histórico de explotación capitalista que impuso la burguesía española a la clase obrera de los distintos pueblos que componen el estado español.
En esta coyuntura de la lucha de clases, la mitad del pueblo de Catalunya ha expresado con claridad (en varios procesos electorales, y en especial en el Referéndum del 1 de Octubre de 2.017) su apoyo a la independencia de Catalunya para crear un nuevo estado. La respuesta de los gobernantes españoles, tanto de los herederos directos del franquismo (PP, Ciudadanos y Vox), como de los diversos socialdemócratas ( PSOE y afines), ha sido en la inmensa mayoría de las veces la represión y la cárcel, manipulando los hechos reales, y condenando, en un juicio farsa, a los que actuaron pacíficamente, en lugar de condenar a los que actuaron con violencia (especialmente la policía).
La reciente sentencia del Tribunal Supremo que condena a 11 personas (ninguna de ellas de la clase obrera explotada) a penas que van de 13 a 9 años de cárcel (con un total de casi 100 años), nos recuerda las sentencias de los tribunales militares del dictador fascista contra cualquier disidencia.
En la FSM, como organización que lucha por los derechos de la clase obrera, sabemos que, salvo en las tomas revolucionarias de poder por la clase obrera, los cambios de dirigentes burgueses no benefician a los asalariados de ninguna manera.
Somos conscientes de que la lucha fundamental, hoy en la realidad de Catalunya, se da entre sectores de la burguesía centralista española y una parte significativa de la burguesía catalana. La misma legislación (Ley Aragonés) recientemente anunciada por los dirigentes burgueses de la Generalitat, demuestra que los dirigentes independentistas burgueses desean aplicar con rotundidad en Catalunya las directrices del FMI y de las multinacionales que controlan el Parlamento Europeo.
Contra estas nuevas medidas que impulsan los dirigentes independentistas de la Generalitat se han ya pronunciado centenares de asociaciones de todo tipo y lógicamente también los sindicatos de clase.
Por ello la FSM va a seguir apoyando la lucha contra el capitalismo en Catalunya, en el estado español y en cualquier lugar del mundo, a la vez que seguiremos denunciando la inaceptable brutalidad de la sentencia contra personas que debían haber sido absueltas.
A la vez la FSM condena las actuaciones de la actual policía española y de los Mossos d’ Escuadra catalanes que nos recuerda a la del dictador fascista y que es similar a las que estos mismos días están desarrollando las policías de falsas democracias en Latinoamérica (Ecuador, Haití, Honduras, Chile, Colombia, etc.)
Por último, denunciamos las actuaciones de los tribunales españoles, que usando la ley Mordaza (como se la conoce popularmente) ha obligado a exiliarse a cantantes, a dirigentes políticos y a diversas personas del mundo de la cultura, con el fin de evitar entrar en la cárcel por simples falsos delitos de opinión.
El caso de Cataluña también nos demuestra que la burguesía catalana no podrá ser capaz de hacer efectivo el derecho a la autodeterminación de la nación catalana. La única salida que tiene la nación catalana, y las demás naciones oprimidas y postergadas, para conseguir la plenitud de sus derechos democráticos como nación, al igual que los trabajadores/as para conquistar plenamente sus derechos y libertades, pasa por la unidad y la organización de los trabajadores y trabajadoras del estado español y de las naciones que hoy lo conforman. Ahora, más que nunca, es el momento que los sindicatos de clase se unan para fortalecer a los trabajadores y trabajadoras en la lucha por la democracia obrera y contra el fascismo, ahora más que nunca es la hora de avanzar hacia la unidad de clase y organizativa del sindicalismo de clase, toda vez que el fascismo no solo tiene el apoyo de los monopolios, de la Patronal, sino también de toda su obra oportunista entre los que descuellan los sindicatos del Estado, CCOO y UGT, miembros de la CSI.
En definitiva, reclamamos la libertad de todos los presos políticos, el retorno libre de los exiliados, el fin de la represión a los manifestantes, y la libertad del pueblo catalán a realizar un Referéndum.