La tensión entre libertad y seguridad constituye uno de los retos jurídicos que hay que afrontar en el Estado de Derecho de nuestros días. En el conjunto de los Estados occidentales, y también a la Unión Europea, se puede observar un reforzamiento de la seguridad a partir de los hechos de la 11-S, con los correspondientes riesgos a los que se afrontan los derechos fundamentales y la misma idea de libertad.
Cuando se toman medidas para luchar contra la criminalidad organizada es una exigencia del Estado de Derecho el establecimiento de controles democráticos y jurisdiccionales adecuados. Los poderes públicos tienen que ser conscientes que las medidas que se tomen, las cuales tienen que tener una eficacia indiscutible, no pueden presentar problemas de legitimidad democrática ni pueden comportar violaciones de los derechos fundamentales. Las organizaciones internacionales, especialmente las Naciones Unidas, el Consejo de Europa y la Unión Europea, adoptan medidas de varios tipos que los Estados miembros tienen que tener como marco para definir sus políticas.
En este contexto, hay que estudiar y analizar con rigor, los efectos de la nueva legislación y su compatibilidad con las estructuras del Estado de Derecho, la democracia y la protección de los derechos humanos fundamentales.
Se pretende analizar las transformaciones que ha sufrido la configuración del Estado de Derecho, en especial la garantía de la libertad como gran valor inspirador de los derechos fundamentales mediante la nueva preocupación por la seguridad que se ha implantado a partir de los hechos de 11-S del 2001. Desde entonces el reforzamiento de la seguridad ha provocado no pocas tensiones con la libertad (uno de los fenómenos mas penetrantes sueño los prisioneros de Guantánamo, por ejemplo).
Queremos estudiar y formular el derecho en la seguridad en el contexto del Estado de Derecho actual.
También nos planteamos sistematizar la normativa de los diferentes Estados occidentales europeos y americanos (en especial los USA) para determinar cómo ha afectado al diseño institucional del Estado de Derecho configurado hasta entonces.
El papel de los organismos internacionales o supraestatales tiene que ser estudiado en la medida en que condiciona la actividad y las mismas estructuras de los Estados. En especial nos proponemos estudiar la normativa derivada de la Unión Europea y su incidencia en el conjunto de los Estados miembros.
El objetivo último es analizar las transformaciones del Estado desde la perspectiva del Derecho Constitucional, y de una manera prioritaria cómo las tensiones actuales entre libertad y seguridad están planteando nuevas maneras de entender el papel del Derecho Público en el seno del Estado.