Yo he dicho que por lo que yo pienso y creo, todo era un caos, es decir, tierra, aire, agua y fuego juntos; y aquel volumen poco a poco formó una masa, como se hace el queso con la leche y en él se forman gusanos, y éstos fueron los ángeles; y la santísima majestad quiso que aquello fuese Dios y los ángeles; y entre aquel número de ángeles también estaba Dios creado también él de aquella masa y al mismo tiempo, y fue hecho señor con cuatro capitanes, Luzbel, Miguel, Gabriel y Rafael. Aquel Luzbel quiso hacerse señor comparándose al rey, que era la majestad de Dios, y por su soberbia Dios mandó que fuera echado del cielo con todos sus órdenes y compañía; y así Dios hizo después a Adán y Eva, y al pueblo, en gran multitud, para llenar los sitios de los ángeles echados. Y como dicha multitud no cumplía los mandamientos de Dios, mandó a su hijo, al cual prendieron los judíos y fue crucificado.

Domenico Scandella, Menocchio

El queso y los gusanos. El cosmos según un molinero del siglo XVI, es un libro de Carlo Ginzburg que acabo de leer aunque hace años que debiera haberlo hecho. Y aunque pueda parecerlo, no es una equivocación comentarlo en este blog, que generalmente trata cuestiones de historia reciente, porque el tema de las fuentes me llevó hasta él.

Pocas veces se puede contar con una documentación tan rica que permite “escuchar” a un representante de las clases no privilegiadas aunque por desgracia para el molinero Domenico Scandella, conocido como Menocchio, se trata de las actas de la inquisición que le juzgó en dos ocasiones y que acabó prendiendo fuego a su vida.

Ginzburg hace un trabajo excelente, analizando con precisión todos los elementos de que dispone en relación a una época marcada por la aparición de la imprenta, que permitió una extensión mayor de la  lectura de lo que generalmente se supone, y por el debate religioso que la reforma protestante ya había iniciado. Así va descubriendo al lector como Menocchio accedió a libros que se articularon con la cultura popular que atesoraba  y como el signo de las convulsiones de su tiempo no permitió clemencia para él.

Magnífica lectura que acerca multitud de cuestiones pero sobre todo destierra tópicos a los que llevan las generalizaciones que no aprecian el valor de las revelaciones individuales, del paso único de los individuos por la vida.