La pequeña Sinaida muestra su nombre con la esperanza de encontrar algún pariente vivo, algún Grussman que consiguiera huir o que resistiera el esclavismo y tuviera la fortuna de no ser asesinado. Después de la guerra, los diarios alemanes publicaban fotografías similares a esta para facilitar el reencuentro de las familias judías.
Buscando información sobre racismo he encontrado la Enciclopedia del Holocausto del United States Holocaust Memorial Museum. Contiene más de dos mil fotografías y muchos otros recursos y documentación interesante, pero esta foto me ha conmovido especialmente. Una niña de identidad perseguida muestra lo único que de verdad posee, su preciado nombre que algunos quisieron arrebatarle o transformar en número.
Podemos documentar el racismo históricamente, explicar la génesis de todas las discriminaciones, pero tras de tanto argumento ingrato sigue siendo difícil extirpar siglos de aprendizaje inhumano. Cada recuerdo en la memoria es importante, una imagen es como un fogonazo que ilumina la conciencia. Así que cuando se os acaben los argumentos del diálogo enseñad la foto de la pequeña Sinaida Grussman y preguntad ¿por qué?