André Malraux publicó la última versión de su libro El museo imaginario en 1965. Ya entonces reflexionaba sobre la función de los museos cuando las obras pueden reproducirse en imágenes impresas.

La galería que acompaña a cada persona supera lo contemplado en las instituciones culturales al reproducirse en soportes impresos. En nuestros días, los audiovisuales e Internet han multiplicado esas posibilidades de conocimiento-acercamiento mediático. A la vez, el flujo de imágenes que se observan, manipulan e intercambian hace que resulte complicado diferenciar las diversas manifestaciones de la cultura.

El trabajo de esta semana consiste en reflexionar sobre el propio “museo imaginario”, ya que cada uno tiene el suyo, fruto de la experiencia individual. La pregunta es: ¿cuál es esa galería de imágenes significativas que forman parte de tu enciclopedia visual? Pensad en qué imágenes recordáis, admiráis, no podéis olvidar…, a partir de obras de arte, objetos culturales, películas, fotografías (no del álbum personal), pinturas, dibujos, imágenes publicitarias…

Hay que hacer una breve lista personal y reflexionar sobre cómo hemos aprendido a valorarlas, por qué recordamos o preferimos esas y no otras, etc.