Las iglesias se quemaron solas, casi todas ellas en 1936. Combustión espontánea. No hay más que leer lo que nos dicen las enciclopedias, los folletos turísticos, las informaciones históricas. Debió ser un extraño suceso, una increible casualidad ya que en ningún lugar se explican las causas. Quizás una ausencia de Dios o un disgusto […]