El territorio ceretano es el que, con diferencia más atención ha recibido por parte de ambos proyectos. La experiencia de más de 35 años con la que nuestro equipo cuenta en la región hace del paisaje de la Cerdanta el mejor conocido de cuantos investigamos y, por la misma razón, el caso paradigmático del que extraemos lecciones para el desarrollo de nuestras investigaciones en otros territorios.

Historial de intervenciones y avances

La investigación del territorio ha pasado por varias etapas de trabajo: el análisis de los recursos y formas productivas del mundo ceretano y su integración a la órbita romana, la participación en proyectos internacionales de difusión patrimonial, la creación del Espacio Ceretània – un centro de interpretación museístico dedicado al estudio de la Cerdaña a la Antigüedad (2012-2021) -, y finalmente la celebración y publicación de los de los dos congresos ArqueoPyrenae vinculados al estudio del Pirineo antiguo.

El paso por estas etapas ha signado un desarrollo significativo de nuestro conocimiento del mundo ceretano, desarrollado a través de las excavaciones en los yacimientos del Castellot de Bolvir, Tossal de Baltarga y Serrat del Castellar. Éstas han probado que desde el s. IV a. C.. el mundo ceretano presenta las características propias de las sociedades ibéricas del NE, como el poblamiento en oppida, la difusión de la lengua ibérica, y una economía agropecuaria compleja. Esta última implica la creación de puntos fuertes de control territorial, estructurados entorno el curso del Segre para controlar los territorios agrícolas de llanura.

Entre estos puntos puede destacarse el ya mencionado Tossal del Baltarga, en el cual la identificación y excavación en extensión del Edificio G , junto con los resultados obtenidos en campañas anteriores a los edificios F y D, han permitido localizar varios establos con los animales preservados in situ en su interior. los cuales han permitido reconsiderar la actividad agropecuaria practicada en la región en su complejidad. También es digno de mención, entre estos puntos de control, el yacimiento del Castellot de Bolvir: los trabajos realizados han sido los primeros en documentar un oppidum en los Pirineos. Éstos, junto con nuestros trabajos en curso en el Tossal de Baltarga, en el Serrat del Castellar de Urtx, y en el resto de yacimientos que se encuentran en fase de prospección, nos han permitido documentar y estudiar por primera vez las características de los oppida ceretanos, su evolución y sus cambios, y hacerlo de manera continua. Potenciar estos trabajos en extensión nos permitirá no solo conocer las formas de organización urbana de estas comunidades, identificando sus diversas actividades productivas y formas de vida, sino también analizar sus cambios a lo largo del periodo antiguo.

En el territorio también se ha documentado de forma indudable la presencia de guarniciones militares romanas, vinculadas al control del eje viario transpirenaico que supone el eje Narbo-Ilerda, que a través del curso de los ríos Tet y Segre y la explotación de recursos agropecuarios y minerales – especialmente metalúrgicos -. En este contexto, una pieza clave en el proceso de conquista y romanización la tuvo la re-fundación de la ciudad de Iulia Livica, actual Llívia, en lo que anteriormente fue un núcleo ceretano.

Además de haberse encontrado vestigios de guarniciones romanas, los niveles de destrucción del Tossal de Baltarga documentados en torno al 230 a.C., junto con el conjunto monetario de dracmas localizado en la comarca y el conjunto monetario localizado por nosotros mismos en Baltarga, nos permiten hablar la destrucción de varios yacimientos ceretanos en el contexto bélico de finales del siglo III e inicios del siglo II a.C. Asociamos éstos al famoso paso de Aníbal por los Pirineos Orientales, descrito en las fuentes literarias. La comarca también fue objeto de batallas como la de Ilerda (49 a.C.), documentada en destrucciones en la fase republicana del Tossal de Baltarga y Serrat del Castellar, así como el abandono poco después del Castellot de Bolvir.

Acciones y objetivos

Queremos desarrollar una nueva línea de investigación, centrada especialmente en el papel de las vías romanas en la estructuración del territorio pirenaico, vinculadas sin duda a la red de ciudades y la explotación de recursos – que ya conocemos gracias a nuestra actividad pretérita -. Fenómenos como el trazado de las vías, los puntos de parada y control, así como el estudio de los productos de importación y exportación, serán objeto principal de estudio en futuras intervenciones. Gracias a ellos, esperamos ahondar en nuestro conocimiento del marco relacional en el que s desarrollaba la actividad económica y social en el valle ceretano.

Nuestros próximos trabajos pretenden también desarrollar diferentes proyectos de investigación patrimonial aplicada que permitan la valorización y la rentabilización de aquellos bienes que sean susceptibles de ponerse en valor mediante su adecuación y/o musealización. Con ello en mente, estamos colaborando con la empresa Stoa en la reforma de alguno de los contenidos de la musealización del yacimiento del Castellot de Bolvir. Asimismo, participamos en la génesis del “Centro de Información, Interpretación e investigación del Parque Natural del Cadí-Moixeró, donde
participamos con la musealización del yacimiento del Tossal de Baltarga (de nuevo en colaboración con la empresa Stoa).
ç