Los límites de este territorio pueden hacerse coincidir, aproximadamente, con los de la actual provincia de Barcelona. En ella se ha impulsado la investigación y estudio del paisaje antiguo explorando hallazgos arqueológicos de estructuras rurales, viarias, y paisajísticas en general, apuntando hacia la definición del paisaje cultural romano. Son de especial interés para la investigación del paisaje de este territorio el análisis de los suelos de cultivo conocidos, la disposición de las vías romanas, y los diversos hallazgos arqueológicos con referencias paisajísticas.
Los descubrimientos, realizados y por realizar, en esta zona, nos deben llevar a reconsiderar y abordar los modelos de ocupación y organización territorial de la región. Con ello buscamos ahondar en la evolución y cambio de los modelos de estructuración del territorio romano conforme se desarrolla el Imperio y se avanza hacia la antigüedad tardía, contrastando siempre los descubrimientos realizados con las fuentes agrimensoras. En el caso de las proximidades de Barcino, los estudios realizados refieren fundamentalmente a la documentación del ager a través de las fuentes epigráficas, toponímicas, y arqueológicas.
Acciones concretas
La mayor parte de las investigaciones que hemos realizado, y en las cuales deseamos profundizar en los próximos años, versan sobre la producción vitivinícola en el territorio layetano. Hemos documentado un importante incremento de la producción vinícola y cerámica en talleres que arranca a mediados del siglo I a.C. Este crecimiento es excepcional en la medida en que no obedece al desarrollo y extensión de la villa como entidad de dominio territorial, sino a la inversa: el impulso de la actividad vinícola parte de la población local romanizada y la acción de mercaderes itálicos, impulso que luego devendrá en consolidación del modelo de fundus organizado desde la villa.
Estos descubrimientos nos permiten reconsiderar la estructuración territorial romana, en la medida en la que ésta partía de una propiedad rural no vinculada de forma inmediata al sistema de centuriación implementado tras la fundación de nuevas ciudades (Barcino e Iluro en este caso), sino a una confluencia de este sistema con el del ager arcifinius, es decir, aquel que respetaba las divisiones territoriales naturales o previas – indígenas -. Esta interacción está recogida en dos documentos: una linde entre propiedades marcada por un ánfora, y un terminus augustalis encontrado en Montornés.
Estos hallazgos documentan la importancia de las prospecciones arqueológicas para el conocimiento del paisaje cultural romano, las cuales acompañadas de estudios epigráficos – especialmente de basamentos de estatuas y marcas territoriales – permiten reconstruir con seguridad la disposición del paisaje cultural romano. Por ello es objeto de nuestro proyecto profundizar y ampliar nuestro trabajo en esas áreas, desarrollando un mayor número de prospecciones arqueológicas que permitan encontrar hallazgos como estampillas de producción vinícola y marcas anfóricas. Por medio de éstas, podemos reconstruir las relaciones sociales cuya proyección sobre el territorio vino a configurar la vertebración territorial romana en el territorio de Layetania.