Proyecto TEGESO

Estado de la cuestión

Partiendo de la hipótesis que sostenía que el teletrabajo albergaba enormes posibilidades para solucionar uno de los retos más importantes a los que se enfrentaba nuestra sociedad: la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, se han realizado múltiples estudios que señalan que el teletrabajo no sólo no emancipaba a las mujeres sino que reforzaba tanto la idea de que la conciliación es un asunto exclusivamente femenino como el papel tradicional otorgado a la mujer como principal responsable de las tareas del hogar. Además, estas investigaciones también han expuesto que el teletrabajo no opera como modalidad laboral eficiente si no viene acompañado de una serie de transformaciones y nuevos usos del tiempo, del espacio y de las relaciones con otras personas que se despliegan en el hogar.

La pandemia del Covid-19 ha relanzado con vigor y resignificado el debate sobre las consecuencias que se desprenden del teletrabajo. Éste refleja una dicotomía claramente marcada por una parte de la literatura que apoya esta nueva modalidad de trabajo y otra que muestra sus efectos más controvertidos y negativos. Pero estos análisis centrados en mostrar en qué condiciones teletrabajamos, qué consecuencias sociales, políticas, económicas e incluso psicológicas se pueden derivar de estas prácticas y qué futuro podemos esperar de la nueva relación trabajo-hogar, no permiten examinar un debate más profundo: la relación entre teletrabajo, conciliación-género y sostenibilidad social. Y es que después de la pandemia teletrabajar ya no hace exclusivamente referencia a la conciliación y a los problemas puramente organizacionales sino que se estaría implicando en la definición de maneras de vivir que pueden hacer la sostenibilidad uno de sus centros de gravedad.

Objetivos

En línea con el estado de la cuestión, y considerando su vinculación con los 17 objetivos establecidos por la ONU en 2015 para un desarrollo sostenible para todo el planeta (trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructura; producción y consumo responsables; igualdad de género; reducción de las desigualdades; ciudades y comunidades sostenibles, entre otros), el objetivos principal de la investigación es examinar la relación entre teletrabajo, conciliación – género y sostenibilidad social.

Éste se puede desglosar en los siguientes objetivos específicos:

1. Analizar la relación entre teletrabajo y diferencias de género e identificar cómo éstas inciden en la sostenibilidad social.

2. Analizar los dispositivos de control y vigilancia que implementan las organizaciones y/o empleadores/as para gestionar la obtención de resultados cuando se utiliza el teletrabajo como modalidad laboral

3. Analizar la aceptación que reciben tales dispositivos, y sus posibles efectos psicosociales (malestar, ansiedad…), por parte de las personas que teletrabajan.

Impacto científico técnico, social y económico

Contribuir a potenciar la noción de sostenibilidad social a través de la generación de datos y conocimiento que permitan la definición de una realidad social alineada y comprometida con los objetivos de las agendas internacionales de sostenibilidad. Impacto reflejado en diferentes ámbitos:

  • Acciones de pedagogía social: implantar pedagogías sobre conciliación orientadas a los dos géneros y a las organizaciones en que trabajan. Organización laboral no sexista e igualitaria.
  • Acciones de visibilización del trabajo familiar y de cuidado: replanteamiento de la organización del tiempo asociado tanto a actividades laborales como de cuidado que permitan articulaciones y armonías adecuadas y no sobrecarguen a un género frente al otro.
  • Acciones para la igualdad de género: acciones que distribuyan de manera igualitaria tanto las cargas laborales como domésticas.
  • Acciones dirigidas a las organizaciones: valoración de la relación entre el teletrabajo como estrategia de conciliación y ciertos procesos de discriminación y subordinación en función del género.
  • Acciones democráticas y de participación ciudadana: favorecer el crecimiento de la participación social de la ciudadanía en total igualdad y valorar qué tipo de relación se establece entre la actividad femenina y las políticas públicas.
  • Acciones de política científica y tecnológica: definición de políticas científicas y tecnológicas que apoyen procesos de cambio en las relaciones de género y transformación familiar.
  • Acciones éticas: creación de esquemas de pensamiento más igualitarios entre los géneros y que establezcan una relación de sostenibilidad con el planeta.
  • Acciones de visibilización del tipo de efectos psicosociales y psicológicos que producen los dispositivos de vigilancia y control del rendimiento en el teletrabajo.
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