El colapso traqueal es una patología respiratoria relativamente común en perros debida a la falta de consistencia del cartílago traqueal, lo que desencadena el colapso de sus paredes al paso del aire por su luz, pasa de ser una estructura circular a una aplanada, sin apenas luz, lo que dificulta la entrada y salida de aire.

Afecta comúnmente a razas pequeñas, sobretodo en Yorkshire Terrier, Pomerania, Caniche Enano, Carlino, Shih Tzu y Lhasa Apso. Se considera una enfermedad adquirida que surge en perros de tres años en adelante, pero también se encuentra de forma congénita en pacientes jóvenes.

El principal síntoma que presenta es una tos característica como un graznido de ganso. Esa tos desencadena mayor presión en la tráquea y mayor colapso con insuficiencia respiratoria. El proceso pone nervioso al animal que aun exacerba más los síntomas.

Existen distintos grados de colapso traqueal del I al IV, en función del grado de oclusión de la luz traqueal y de los signos del paciente. Además según la fase respiratoria se puede colapsar la tráquea cervical (generalmente en inspiración), latorácica (espiración) o ambas.

El diagnóstico exacto se realiza con fluoroscopia, una técnica para obtener imágenes radiológicas en tiempo real, las radiografías en inspiración y espiración son otra opción.

El tratamiento médico es la primera opción, antinflamatorios, antitusígenos, broncodilatadores y tranquilizantes son algunas de las opciones. El control del peso también es importante, un animal obeso tiene dificultades para expandir su caja torácica y el panículo adiposo también comprime la tráquea.

Como se puede imaginar sólo son soluciones paliativas y hay que intentar restaurar el diámetro de la tráquea de manera quirúrgica. La elección del paciente adecuado, condiciona enormemente el éxito de la cirugía. Generalmente se consideran candidatos pacientes con colapso traqueal de grado II hasta grado IV. Aunque los animales jóvenes tienden a tener cuadros más severos, los menores de 6 años representan el grupo de mayor éxito quirúrgico.

Actualmente la técnica considerada más efectiva y más segura es la colocación de un stent intratraqueal. La prótesis se coloca directamente en la tráquea, de forma mínimamente invasiva mediante fluoroscopia.

Esta es la imagen inicial de un Yorkshire con colapso traqueal y la colocación de un stent intraluminal paso a paso
Esta es la imagen inicial de un Yorkshire con colapso traqueal y la colocación de un stent intraluminal paso a paso

Aunque ningún procedimiento está exento de riesgos este procedimiento mejora
inmediatamente los signos clínicos del paciente y ha demostrado menor porcentaje de complicaciones que las técnicas anteriores. (Por Sofía Lafuente)
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