No es posible hablar del cine español de la segunda mitad del siglo XX sin que esté presente el hombre normal, el españolito medio que encarnó tantas veces José Luís López Vázquez. 

En películas corales, como Plácido o La gran familia, aportaba un registro personalísimo que elevaba el tono de la producción. Pero también algunos papeles protagonistas han quedado fijados en la memoria de quienes disfrutaron con el cine de la época. Y, entre todos, La cabina es un referente inigualable. Su estreno televisivo produjo las más variadas reacciones y llevó a interpretaciones y comentarios de todo tipo. Es un ejemplo modélico de obra abierta que llega a ser popular, que supera los famosos títulos reservados a la intelectualidad para llegar a todos los públicos. Lo insólito de la situación narrada no deja de perturbar ni resulta artificial. Muy al contrario, el espectador vive la angustia del protagonista en primera persona. Y este es su don eterno, cada espectador vive en el interior de la cabina esos 35 minutos extenuantes aunque finalmente no sepa explicar por qué sucedió todo.      

La idea y dirección fue de Antonio Mercero, que escribió el guión con José Luís Garci, y la interpretó como protagonista absoluto José Luís López Vázquez. Nómina impresionante.