Los productos de ficción y la publicidad necesitan ser verosímiles para conseguir la identificación de los espectadores con los personajes y situaciones o para despertar su deseo de consumo.
La gran familia fue una película de gran éxito en la España de los años 60. Muestra el ideal de familia de la época según los principios del régimen dictatorial, que además estimulaba y premiaba a las familias numerosas.
El papel del padre y el de la madre, los comportamientos de los hijos según su sexo, las costumbres y hábitos domésticos…, todo ha cambiado desde entonces y los audiovisuales se dirigen ahora a un público con valores y situaciones de vida muy diferentes. Una parte de esa realidad la podemos ver en el anuncio que hay a continuación.
Os propongo que comparéis los comportamientos y actitudes de las familias que nos presentan estos dos productos, realizados con 50 años de diferencia, para que valoréis la utilidad de la ficción como fuente de estudio social sobre esta temática concreta o sobre la vida cotidiana y privada en general (vídeo La Gran Familia solo hace falta ver entre los minutos 5 y 7).