Hace ya 100 años Barcelona ardía, o mejor dicho, ardían los edificios religiosos de la ciudad, como puede verse en esta famosa imagen tomada desde Montjuïc.
Para conmemorar los acontecimientos de la Semana Trágica han aparecido unos cuantos libros, se han programado diversas exposiciones, visitas guiadas, conferencias, se han colocado placas en las fachadas de las iglesias, etc., etc. Todo tipo de productos y actividades que sin duda facilitarán un mejor conocimiento de los hechos y que habrán impulsado nuevas investigaciones y puestas al día de trabajos anteriores.
Como objeto de reflexión, más interesante me parece que hayan aparecido en la ciudad pintadas en las fachadas de algunas iglesias reivindicando slogans herederos de hechos ya centenarios. La acción la reivindica el grupo anarquista La Gallinaire y a mí me asalta una pregunta, ¿es la iglesia o es el anarquismo quien no ha cambiado nada en 100 años?
Soy consciente de que planteo la cuestión muy por las bravas y que debería matizar mucho la pregunta y bla, bla, pero un poco de mala intención no está de más de vez en cuando para no dejar que el sopor veraniego se entregue a la repetición sistemática de argumentos y nos consuma el tiempo inútilmente.
En fin, que me apetecía dejar constancia del centenario y esta “anarco-persistencia de la memoria” o herencia ideológico-combativa me parece un buen punto de partida para reflexionar sobre cuán cierto puede ser que el pasado está presente.