Todo lo que nos rodea nos moldea, enseña y ofrece un marco de convivencia, de formas de hacer socialmente valoradas o rechazadas. No podemos aceptar la presencia en una calle de un texto como el podéis leer en la placa de la fotografía, porque ni el personaje homenajeado (que dirigió a los requetés alaveses) ni el “salvador movimiento” ni la escala de valores que manifiesta pueden ser socialmente contemplados como opción, ni ofrecidos como ejemplo a los más jóvenes, a aquellos que están forjando el escenario mental de su vida a partir de todo aquello que la sociedad adulta les lega.
No me complace dedicarme a hacer de Pepito Grillo, recogiendo los innumerables testimonios del franquismo que se encuentran por todas partes, pero todo tiene un límite y este lo he encontrado en Laguardia, en mi natal provincia de Álava y por ello me resulta todavía más hiriente, si cabe.
Transcribo el texto completo para que lo podáis leer sin dificultad.
Para honor y memoria del heroico Coronel D. Luis Rabanera y Amite-Sarobe, muerto gloriosamente el 20 de abril de 1937 por Dios y por la patria en el frente de Vizcaya. La villa de Laguardia, que le adoptó por hijo predilecto, le dedica esta lápida grabando en ella las siguientes memorables palabras de una carta a su Familia al iniciarse el Salvador Alzamiento Nacional: Mi mujer, mis hijos, mis nietos, mis hermanas… son en estos momentos cosa secundaria ante lo que significa este Movimiento. ¡Todo por Dios y por España!