Única fotografía que se conserva del Palacio de las Misiones
Aunque se llamó palacio, su aspecto asemeja más bien una prisión. Y en eso se convirtió al fin, en un centro de internamiento para los miles de emigrantes que llegaban a Barcelona en los años 60, procedentes en su mayoría del sur de España y que eran expulsados, devueltos a sus lugares de origen, cuando no disponían de alojamiento o trabajo en la ciudad.
El Palacio de las Misiones fue construido para albergar la exposición misional en el marco de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Un excelente trabajo de Luis Ángel Sánchez Gómez explica el impacto que tuvo en la ciudad el acontecimiento ya que genero actos simultáneos a la exposición, como cabalgatas, ceremonias religiosas multitudinarias, etc. Vale la pena leer el artículo y ver las fotografías que lo ilustran.
Después de la exposición, cerca de 30 años después, el edificio fue reutilizado como centro de internamiento. Una historia no muy conocida pero que surge siempre que se habla sobre la emigración de aquellos tiempos con los protagonistas de la misma. La gente sabía que al llegar a Barcelona podían encontrarse con un interrogatorio policial. Si algún familiar ya residente y documentado respondía por los recién llegados o si disponían de algún documento que acreditase un posible trabajo, no había problema, pero si no se daba ninguna de estas circunstancias eran conducidos al Pabellón de Misiones donde se les internaba hasta que se les devolvía a su lugar de origen.
Mucha gente llegaba advertida por otros que habían hecho el viaje antes y sabían que no debían llegar hasta la estación de Francia, el destino final de los trenes, así que bajaban en algunas de las poblaciones anteriores o incluso saltaban de los trenes antes de llegar a Barcelona para no encontrarse con la policía.
Hoy parece increíble que se expulsara a miles de personas que se desplazaban por el interior de España pero así sucedió. De forma que lo que hoy en día se hace con los inmigrantes que llegan de otros lugares tiene claros precedentes en épocas bien recientes y nada tiene que ver con la nacionalidad ni la racionalidad sino con el miedo y el control social que antes ejerció la dictadura y que hoy aplican instituciones democráticamente establecidas.