La obra reciente de Francesc Torres alude persistentemente a la memoria colectiva y a la identidad social. Hasta el día 29 de septiembre, se puede ver en el MACBA (Museu d’Art Contemporani de Barcelona), una exposición que repasa toda su trayectoria.
Además del interés general de la misma, me detengo en la instalación Oscura es la habitación donde dormimos, que también es el titulo de un libro. Así la comenta Rosario Fontova para elperiodico.com
En la planta baja se exhibe el trabajo quizá más doloroso de Torres, su protesta dramática contra un país que oculta bajo la alfombra su pasado. Oscura es la habitación donde dormimos consiste en la excavación arqueológica de una fosa de la guerra civil. En un pueblecito de Burgos fueron ajusticiados 46 varones. En la fosa se hallaron las balas del tiro de gracia junto a los tapones de las botellas de cerveza que se tomaron los ejecutores.
A esta instalación se entra por un pasillo en el que ha colocado una gran fotografía lenticular. Los esqueletos de los muertos olvidados de Burgos se superponen hasta confundirse con una imagen en color de la Barcelona de la modernidad. Se trata del Fòrum. Los barceloneses ya van olvidando que allí, en el Camp de la Bota, se fusilaba a la gente de izquierdas al amanecer.
Os recomiendo la lectura del artículo completo para contextualizar esta obra en la trayectoria del artista. El pueblo en cuestión es Villamayor de los Montes.
Fui a ver la exposición después de hablar con Fernando Hernández Holgado. Me comentó como le había impresionado un pequeño reloj de bolsillo que perteneció a uno de los fusilados y que se encontró en la fosa. Este reloj, presentado en el centro de la sala, sin nada a su alrededor que desvíe la atención, condensa todo el patetismo de la tragedia y las emociones que el espectador ha ido acumulando con la contemplación de las fotografías. Visión de artista, metáfora del tiempo detenido para los muertos y para los vivos que aún duermen sin recuperar la memoria.
En una entrevista con Roberta Bosco Francesc Torres revela que,
Estoy empezando un proyecto que tiene las mismas implicaciones que en Burgos. He conseguido los permisos para acceder a un gigantesco hangar, del aeropuerto Kennedy, donde se conservan todos los residuos del 11-S: trozos de paredes y coches, antenas, fragmentos de estatuas… Es una documentación cargada de valor político, por el momento la fotografío y luego ya veré.
Lo esperamos con impaciencia.
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