Esta es la traducción del texto originalmente publicado en catalán en El Biblionauta en noviembre de 2021.
Es común celebrar de vez en cuando la novedad de la publicación en catalán de obras extranjeras de ciencia ficción o fantasía, pero no tan común reflexionar sobre la dinámica que hace posible que estas obras lleguen a esta lengua, que es la mía junto al castellano. Y al contrario: aunque no tan a menudo, nos alegramos cuando recibimos noticia de la traducción de una obra del fantástico en catalán a una lengua extranjera, a pesar de no saber tampoco cómo se llegan a producir estos pequeños milagros. Abro pues una reflexión sobre este tema que llevará, como se verá, a dos atrevidas propuestas descritas en dos entradas diferentes, de las cuales una seguro que creará polémica (ver la parte 2).
Hasta ahora las cosas funcionan de la siguiente manera: los editores deciden independientemente qué autores y libros quieren traducir al catalán, compran los derechos, encargan una traducción, la hacen corregir, la publican, y la venden al público lector con más o menos éxito. Sin embargo, no hay ningún comité que lleve una lista de obras que sería interesante traducir al catalán (o del catalán a otras lenguas), de modo que en el conjunto de obras traducidas hay siempre importantes carencias tanto de clásicos como de novedades. Algunas obras se tradujeron hace tiempo pero están descatalogadas, otras no se tradujeron en su momento de mayor popularidad y parece que no se traducirán nunca, y autores de actualidad no encuentran quien los publique en catalán incluso cuando son conocidos en su lengua y, por qué no decirlo, en español.
La primera propuesta que hago, pues, consiste en convertir El Biblionauta en sede central de un comité de lectores de ciencia ficción, fantasía y terror en catalán que pueda asesorar a los editores locales y convertir el mercado del libro traducido al catalán en un entorno mucho más coherente de lo que es ahora. Soy consciente de que los lectores somos volátiles y que no siempre compramos los libros que queremos leer (para eso están las bibliotecas, los amigos, y diversos recursos ilegales). Sin embargo, diría que si entre 100 y 300 personas expresan la opinión de que sería deseable traducir ciertos títulos extranjeros los editores catalanes irían más sobre seguro que simplemente fiándose de su propia intuición, o de las ventas al idioma original.
La idea del comité también se puede aplicar a la traducción del catalán a otras lenguas. Cuando traduje al inglés Mecanoscrit del segon origen, novela que ya había sido traducida a otras catorce lenguas pero increíblemente no al inglés, me di cuenta de que ni desde las editoriales, ni desde las instituciones (sea el Institut Ramon Llull o directamente la Conselleria de Cultura) se hace un seguimiento de qué libros catalanes se traducen a otras lenguas. Para ser justos, el IRL sí ofrece una base de datos de libros en catalán que podría ser de interés traducir (https://www.llull.cat/catala/literatura/books_catalan.cfm) pero no es suficientemente específica en relación a la ciencia ficción, la fantasía y el terror. No veo por qué no deberían ser los lectores de El Biblionauta los encargados de gestionar una lista de obras catalanas en estos géneros que sería deseable publicar en otras lenguas. Evidentemente, sería más sencillo que los editores catalanes consulten la lista de obras extranjeras que recomienden los lectores que los editores extranjeros consulten una lista de obras catalanas, pero todo es empezar.
En medio de escribir este artículo tuve el placer de ser espectadora en el nuevo Festival 42 (https://www.barcelona.cat/festival42/es) de la mesa redonda ‘Nuevos clásicos de género en catalán: Un boom con Adams, Dick, Le Guin, Butler, Matheson, King, Poe, Bradbury, Lovecraft y los que vienen…’, moderada por Miquel Codony y con participación de Jordi Casals, Antoni Munné-Jordà, Martí Sales e Isabel del Río. La mesa fue una celebración del trabajo que editoriales como Males Herbes, Mai Més Llibres, Chronos, Laertes, Raig Verd, L’Altra, Periscopi, Pagès, Kalandraka y Edicions SECC, entre otras, están haciendo desde hace unos diez años en dos sentidos: ampliando la lista de traducciones al catalán de clásicos de la ciencia ficción, la fantasía y el terror en lenguas extranjeras y recuperando ediciones descatalogadas, poniéndolas al día. Éste es un trabajo muy loable, sin lugar a dudas pero yo misma fui la encargada de cuestionar un punto muy importante en una breve intervención, cuando protesté, como filóloga inglesa, que el inglés tiene demasiada importancia en el boom del que hablaba la mesa. La palabra ‘clásico’ no se puede limitar a los clásicos de la ciencia ficción anglófona, insistí, pero es de momento lo que está pasando.
No es esta una nueva opinión en mi pensamiento pero sí es cierto que una conversación durante el festival con el editor y novelista italiano Francesco Verso me abrió los ojos aún un poco más. Verso me comentó que, como advierte la web Three Percent de la Universidad de Rochester (http://www.rochester.edu/College/translation/threepercent/about/), sólo el 3% de todos los libros publicados en Estados Unidos son una traducción, incluyendo libros de todos los géneros. Rachel Cordasco, amiga de Verso, lleva una impresionante base de datos con las obras de ficción especulativa traducidas al inglés en su web SF in Translation (https://www.sfintranslation.com/) y acaba de publicar Out of This World: Speculative Fiction in Translation from the Cold War to the New Millennium (2021), descrita como una guía. El propio Verso sigue como editor una política lingüística auténticamente internacional, buscando según me dijo traductores de todas las lenguas posibles y remunerándolos al igual que los traductores del inglés para animarlos a seguir trabajando. La web de su proyecto editorial (https://www.futurefiction.org/) incluye un mapa mundial en el que se pueden encontrar muchos autores fuera del ámbito anglo-americano.
Un problema muy importante, pues, es que ni los lectores ni los editores de ficción de género en catalán sabemos lo suficiente sobre las otras lenguas. Para estar mejor informado se pueden usar recursos como el mapa de Francesco Verso, la web y la guía de Rachel Cordasco, o libros académicos como el de Dale Knickerbocker, Lingua Cosmica: Science Fiction from around the World (2018). Este libro es parte de la creciente ola de interés en el mundo académico anglo-americano por la ficción especulativa en otras lenguas, de la que también es parte el nuevo libro Science Fiction in Translation, editado por Ian Campbell, en el que yo misma participo. En la reseña que hice del volumen de Knickerbocker (https://www.revistahelice.com/revista_textos/n_27/Helice 2019 Otoño-Invierno MARTIN ALEGRE BABEL FISH URGENTLY NEEDED.pdf) me quejé de lo frustrante que es leer un libro de este tipo lleno de sugerencias de lectura muy atractivas pero carentes de traducciones. El editor se quejaba, en cambio, de la carencia de especialistas académicos en ficción especulativa escrita en lenguas que no sean el inglés o en territorios que no sean anglo-americanos (hay por ejemplo ciencia-ficción africana en inglés).
Se entiende perfectamente que el boom actual de traducciones sea básicamente una explosión ligada a los clásicos anglo-americanos porque son los que todos conocemos pero pienso que existe una importante contradicción entre el estatus del catalán como lengua pequeña entre las que se hablan en el mundo, y la escasa atención que prestamos a la ciencia ficción en lenguas parecidas a la nuestra. Esto me lleva a pensar que el comité de sabios lectores del que hablaba debería ser políglota, sino individualmente al menos en su conjunto. Tanto Francesco Verso como mi co-editor en la revista Hélice, Mariano Martín, son políglotas admirables y este dominio de las lenguas les da un conocimiento comparativo del espacio de la ciencia ficción internacional sencillamente incomparable. Sentirlos hace unos días enzarzarse en una conversación sobre ciencia ficción búlgara fue un placer pero, de nuevo, una frustración porque ningún texto está traducido al catalán (ni al castellano).
Llego pues al punto en el que necesito expresar un sentimiento extraño: echo de menos en catalán libros de género (ciencia-ficción, fantasía, terror) escritos en otras lenguas de los que desconozco la existencia. Como me decía Francesco Verso, hemos llegado a una situación a la que se están traduciendo del inglés no sólo clásicos de primera fila sino también obras de segunda y tercera que nos llegan por la potente maquinaria de distribución anglo-americana. Mientras, obras también de primera fila en otras lenguas –sean clásicos o novedades, lenguas grandes o pequeñas– nos pasan desapercibidas tal y como las catalanas pasan desapercibidas entre los lectores internacionales. Comprendo que es demasiado pedir que lectores y editores catalanes nos transformemos de repente en políglotas al corriente de la ciencia ficción publicada en el extranjero más allá de la lengua inglesa, pero es lo que necesitaríamos. O nos lanzamos, o buscamos personas bilingües o políglotas que nos puedan informar y, sobre todo, que pueden traducir al catalán otras tradiciones aún por descubrir.
En la segunda parte de este artículo cuento qué papel podrían jugar las inteligencias artificiales en este proceso. Sigue leyendo…
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