Recientemente he publicado un nuevo libro, pero no sé si realmente es un libro porque es autopublicado y, como tal, no existe para las autoridades que evalúan mi investigación, el Ministerio y ANECA. Mi nuevo libro se llama Entre muchos mundos: en torno a la ciencia ficción, y se puede descargar de forma gratuita del repositorio digital de mi universidad. Este no es en absoluto el primer libro que publico en el DDD si cuento las versiones como libros electrónicos de otros libros que he publicado en formato impreso o los 10 libros electrónicos escritos por mis estudiantes, pero la novedad es que esta es la primera vez que uso la plataforma digital para publicar un nuevo libro. ‘Nuevo’ relativamente, ya que Entre muchos mundos reúne una selección de 21 artículos y capítulos de libros sobre ciencia ficción que he publicado entre 2000 y 2021. Mi intención no era solo juntarlos, sino también publicarlos en castellano. Como muestran los créditos, la mayoría de estas piezas habían sido publicadas originalmente en inglés, pero hay tan poco sobre ciencia ficción en castellano que decidí autotraducirme. El volumen es bastante largo, alrededor de 340 páginas, pero ya había autotraducido algunas de las piezas, y por si no lo sabéis, Word ofrece una herramienta de traducción (botón derecho del ratón) que, en lo que a mí respecta, funciona tan bien como Google Translate o Deep-L. Todavía requiere revisión, lógicamente, pero no tanto como se podría pensar.
Mi colección está organizada en tres secciones, Parte I – Ciencia ficción, género y textos; Parte II – Masculinidad y Ciencia Ficción, y Parte III – Ciencia ficción, mujeres y feminismo. Cada sección tiene 7 artículos, siendo la primera necesariamente más misceláneo. Una de las partes más difíciles de organizar cualquier libro, especialmente si se trata de una antología de obra publicada anteriormente, es hacer que parezca coherente. Otro obstáculo es superar la vergüenza de releer el trabajo publicado hace quince o veinte años. Lo que he descubierto en este proceso es que a pesar de que la lectura y el estudio constantes traen nuevas ideas todo el tiempo, la mente gira en torno a las mismas nociones insistentes. Somos (o soy) criaturas bastante tercas en lo que pensamos y creemos. El asunto que más me ha sorprendido es que no era consciente de que ya había escrito tanto sobre ciencia ficción; al final, tuve que dejar de lado algunos artículos. Este no es el tipo de libro que habría escrito si hubiera comenzado de cero, pero al mismo tiempo es una muestra más consistente de mi trabajo de lo que inicialmente creía.
El tema de mi entrada no es, sin embargo, el contenido del libro, que el lector está invitado a degustar como más de otros 100 lectores ya lo han hecho. Me gustaría debatir por qué existe este libro y por qué está en un limbo académico. Intentando que mi libro Masculinity and Patriarchal Villainy in the British Novel: From Hitler to Voldemort (2020, Routledge) se publique en castellano, en autotraducción, me he puesto en contacto con 20 posibles editores. De estos 7 declinaron publicar mi libro, generalmente invocando la excusa de que su catálogo estaba lleno en los próximos dos años aunque nunca se me dio la oportunidad de considerar si podría retrasar la publicación. Uno, por cierto, dejó de responder a mis correos cuando ya había enviado el contrato con Routledge para que verificaran el asunto de los derechos de idioma (que Routledge me ha otorgado para el castellano). Para mi consternación, 11 editores ni siquiera han respondido a mi propuesta, acompañada de un dossier bastante completo y muestras de mi autotraducción. De los tres que respondieron mostrando cierto interés, finalmente he tenido la suerte de ser invitada por uno a publicar la traducción. En cambio, solo contacté con Palgrave y Routledge para publicar el original en inglés. Llegué a la conclusión de que si publicar la traducción de un libro aceptado por una editorial académica internacional de primer nivel había sido un proceso tan largo y complicado, no habría forma alguna de que alguien aceptara una colección de artículos ya publicados sobre ciencia ficción. De hecho, ni siquiera he intentado encontrar un editor. ¿Por qué molestarse?
El mercado de los libros académicos se derrumbó posiblemente hace una década cuando los estudiantes dejaron de comprar libros (siempre hablo de Humanidades, donde los manuales no son tan habituales como en las carreras de ciencias). Leyendo el delicioso volumen Paseos con mi madre de Javier Pérez Andújar, me encontré con una referencia a Dos obras maestras españolas: El Libro de buen amor y La Celestina (1962) de María Rosa Lida de Malkiel, un libro que todos los estudiantes de Filología como él (y yo) leímos fotocopiado. El mercado académico sobrevivió mientras hubo que pagar por las copias, pero cuando la digitalización dio lugar a la piratería desenfrenada en la que todos participamos, los editores reaccionaron aumentando el precio de los volúmenes tan abruptamente que ni siquiera los profesores universitarios mejor pagados pueden permitírselos. En el reciente pedido que he pasado a la biblioteca, algunos de mis compañeros han pedido libros a un precio de 120-160 euros; los libros de bolsillo valen alrededor de 30 euros, precio que sigue siendo caro. En cuanto a las ediciones de libros electrónicos, me pregunto quién las está comprando porque son tan caras, si no más. Creo que si los libros electrónicos estuvieran en el rango de 5-10 euros, la piratería disminuiría, pero por supuesto esto es incongruente en un mercado académico en el que los artículos tienen un precio de alrededor de 35 euros (y hay que recordar que a los autores se les pagan regalías por los libros pero no por los artículos, o, para el caso, los capítulos de libros).
Tiene, así pues, sentido autopublicarse, algo que como señalé en mi entrada anterior, algunas figuras de primer rango ya están haciendo a través de plataformas como Amazon. Si queremos que el conocimiento circule, esta es una posibilidad atractiva, aunque por supuesto todo tiene un coste. Navegando por Internet en busca de editores, pronto se encuentran empresas que ofrecen ayuda con la autopublicación, incluida una de Planeta donde valoran la edición y corrección de un volumen estándar (200-350 páginas) en más de 2500 euros. No sé si esto es barato o caro, pero me doy cuenta de que no todos los académicos tienen las habilidades para producir un libro electrónico correctamente editado que se vea mínimamente bien. Espero que esto encaje con la descripción de mi nuevo libro, pero debo decir que aunque estoy muy lejos de ser una diseñadora de libros profesional, tengo 30 años de experiencia en la edición y corrección de mis propios textos (como hacemos la mayoría de nosotros), y más de 10 años de experiencia en la publicación online en el DDD de la UAB. En realidad, me encanta el proceso de elegir fuentes, diseñar portadas, etc., pero soy consciente de que no todos los académicos lo disfrutan. La autopublicación, en suma, tiene eso: requiere dinero o habilidades, y por supuesto tiempo. Si no recuerdo mal, he usado unas seis semanas para editar mi nuevo libro, combinándolo con otras tareas, si bien no estoy enseñando este semestre.
Una vez que se edita el libro electrónico (y digo libro electrónico porque la autopublicación en papel no tiene ningún sentido), y se carga en línea, lo que queda es hacerlo visible. Creemos que publicar en papel con una editorial académica es más práctico ya que el libro entra en un catálogo y en la maquinaria publicitaria de la editorial. Hay que pensar no obstante que los libros tienen una vida útil de unas pocas semanas, incluso cuando son publicados por grandes casas comerciales; posiblemente, las bibliotecas universitarias prolonguen esa vida útil ya que para ellas la idea de novedad académica no es tan limitada (la mayoría de las revistas aceptan reseñas de libros publicados en los últimos dos años). Aun así, mi libro de Routledge ha vendido unos 150 ejemplares en el primer año, suficiente para que se convirtiera en volumen en rústica, mientras que Entre muchos mundos ya tiene 123 lectores en un mes. Ni siquiera he anunciado su publicación, salvo un tuit. Si estáis pensando, ‘bien, pero no estás ganando dinero con este libro’, considerad que no he ganado dinero en absoluto con los artículos y capítulos de libros incluidos en él.
Por lo tanto, suponiendo que tengáis las habilidades (o el dinero) para producir un libro electrónico legible como .pdf (Calibre puede ayudarlo a transformarlo en .epub y .mobi), y suponiendo que vuestra universidad tenga una plataforma digital donde podáis subirlo (como también tienen Academia.edu o ResearchGate), ¿por qué insistimos en publicar libros académicos en papel, incluso pagando miles de euros por el privilegio? Por el Ministerio y los organismos de evaluación, ya sean ANECA o las agencias regionales. Los libros son un área gris incómoda en la evaluación porque no siguen estrictamente el mismo sistema de revisión por pares que las revistas, y porque no están clasificados de acuerdo con las mismas métricas. En España, un grupo de investigación de la Universidad de Granada construyó hace unos años SPI (Scholarly Publishers Indicators) a partir de una encuesta que nos preguntaba a nosotros, los investigadores, sobre el prestigio de las editoriales en nuestro área. Este método extrañamente subjetivo creó una serie de distorsiones que han dado lugar a una lista bastante singular. SPI, además, mezcla Lengua y Literatura, lo que significa que la lista es bastante inútil para cualquiera de las dos áreas. El Ministerio y ANECA están tan confusos sobre cómo juzgar los libros académicos que dan a los volúmenes completos el mismo valor que a los artículos individuales en nuestros ejercicios de evaluación personal (o sexenios). Creí estúpidamente que, con 9 capítulos, el libro de Routledge debería ser suficiente para pasar la siguiente evaluación hasta que un burócrata de ANECA me puso en mi sitio. Todavía necesito enviar 5 artículos más, idealmente de revistas A revisadas por pares. Dada la importancia de la revisión por pares, y el tratamiento que reciben los libros académicos como publicaciones sospechosas a menos que tengan el sello de una de las principales editoriales de SPI, no es de extrañar que los libros electrónicos académicos autopublicados hayan atraído a tan pocas personas.
Al final, sin embargo, uno debe preguntarse cómo desea organizar sus publicaciones académicas. Yo misma llevo desde hace muchos años una doble carrera: publico en las que el Ministerio y la ANECA considera valiosas editoriales y revistas para los sexenios, y autopublico de forma gratuita en el repositorio de la UAB lo que quiero circular sin límites, aunque no cuente para la evaluación. De ahí mi nuevo libro. ¿Publicaría una monografía completa de esta manera? La respuesta es aún no porque todavía necesito ser evaluada cada cinco años (tal vez cuando me jubile). Entiendo que hay pocas ventajas en la autopublicación de libros electrónicos que no cuentan para la evaluación, excepto que el conocimiento circula así de forma gratuita, lo cual es una ventaja gigantesca. Si, en definitiva, las editoriales académicas en lugar de los repositorios digitales están publicando nuestro trabajo es así porque el Ministerio y ANECA lo requieren, no porque esta sea la mejor manera de potenciar el conocimiento. El acceso abierto (Open Access), de hecho, actualmente consiste en poner a disposición lo que una vez se publicó ‘legítimamente’, no lo que se está autopublicando (y también podría ser revisado por pares si fuera necesario).
Espero que disfrutéis de mi libro, pero también espero que penséis en publicar vuestras propias colecciones y en autotraduciros. Es un trabajo extra, lo sé, pero tal vez no tan difícil como suponéis. Seguid las reglas del Ministerio / ANECA para la evaluación y acreditación si os es necesario, pero mirad más allá de ellas y distribuid vuestro trabajo académico de tantas maneras como sea posible. Creo que vale la pena y es muy satisfactorio.
Publico una entrada una vez a la semana (me puedes seguir en @SaraMartinUAB). ¡Los comentarios son muy bienvenidos! Te puedes descargar los volúmenes anuales aquí: https://ddd.uab.cat/record/116328. La versión en inglés del blog está disponible en https://blogs.uab.cat/saramartinalegre/en/. Encontrarás en mi web información sobre mis publicaciones y actividades: https://gent.uab.cat/saramartinalegre/