El sábado cerramos las XXI Jornadas en el Camp de Aprendizaje de Barcelona.
Durante la conversación de las conclusiones de las Jornadas se lanzó una idea: quizás la escuela y la universidad no son dos caras de la misma moneda, porque una moneda tiene solo dos caras. Y estos días hemos visto que hay muchos más agentes que forman parte de esta relación: servicios educativos, museos, asociaciones de maestras…
El sábado, pues, pudimos clausurar las XXI Jornadas estrenando salida cultural en el Camp de Aprendizaje de Barcelona. Los camps d’aprenentatge [campos de aprendizaje] son servicios educativos arraigados en el territorio, ubicados en entornos singulares, y que trabajan con los centros educativos para ofrecer actividades de soporte curricular.
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Enric y María nos han explicado la tarea y han compartido diferentes propuestas y materiales, así como la experiencia del que supone trabajar en este servicio educativo. Un ejemplo más de cómo podemos trabajar conjuntamente y en red, y del intríngulis de agentes que, cada día, optamos por un modelo de enseñanza-aprendizaje más crítico, consciente, que nos permita entender el mundo donde vivimos y tomar decisiones sobre cómo participar.
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La salida ha sido una muy buena manera de cerrar estas Jornadas, donde los vínculos y el trabajo conjunto han sido el centro de los debates. ¡Acabamos con ganas de retronarnos a las próximas Jornadas!
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