El 14 de marzo de 2018 tuvo lugar la sesión titulada Comunicación para el cambio social y la mediación intercultural en el Mediterráneo organizada por el programa interuniversitario de IEMed, Aula Mediterrània, en el Instituto de Estudios Catalanes de Barcelona.
La citada sesión fue presentada y moderada por Teresa Velázquez, Catedrática de Periodismo y Coordinadora Académica del Máster Crossing the Mediterranean: towards Investment and Integration (MIM) en la UAB; y contó con la participación de Çiğdem Bozdağ (Profesora del Departamento de Nuevos Medios, Facultad de Comunicación, Universidad Kadir Has, Estambul), Helena Nassif (Directora ejecutiva de Recursos de Organización Cultural, Beirut) y Laia Vila (Delegada en la Región del Magreb de NOVACT, Barcelona).
El encuentro forma parte del seminario interdisciplinario de vertiente académica celebrado los días 13 y 14 de marzo de 2018; complementario al ciclo de conferencias (2017-2018) organizado por el programa interuniversitario de IEMed. El Seminario reunió a especialistas que presentaron sus últimas investigaciones vinculadas al mundo árabe y mediterráneo. El empoderamiento de las mujeres, la iniciativa empresarial de inmigrantes, las minorías religiosas y libertad de expresión en sociedades arabo-islámicas o la influencia de China en el Mediterráneo, fueron sólo algunas de las cuestiones discutidas en esta edición.
Comunicación para el cambio social y la mediación intercultural en el Mediterráneo. De izquierda a derecha, Çiğdem Bozdağ, Teresa Velázquez, Helena Nassif y Laia Vila.
Con su ponencia ¿Redes sociales como espacio para la interacción social en Turquía?, la profesora Çiğdem Bozdağ trata el tema de la comunicación intercultural entre diferentes grupos en los medios sociales en Turquía. Especialmente en Estambul, ciudad cosmopolita de más de 15 millones de habitantes en la que la diversidad posibilita una extensa investigación sobre el uso, la forma en la que se construyen los grupos, las relaciones entre los usuarios y las razones que llevan a grupos de población a sociabilizar y establecer relaciones a través de las redes sociales.
El contacto social entre ellos genera una serie de relaciones y sentimientos recíprocos que permiten el estudio de cuestiones relacionados con la psicología social y de las situaciones previas a este tipo de relaciones. Momento en el juegan un papel fundamental los estereotipos preconcebidos entre los grupos y el grado de exposición a la opinión pública al que se ven sometidos los individuos, tanto respecto a otros grupos, como en el suyo propio. Las diferencias son articuladas como modo de clasificación del sujeto en un grupo determinado. Durante el contacto social, el individuo va a ir desarrollando una psicología diferente a la inicial que facilita su integración en la comunidad.
Los medios sociales cuentan con un enorme potencial para proporcionar espacios sociales de contacto y diversidad, que si, ciertamente propician el entendimiento mutuo, también lo son para comentarios hirientes. Los usuarios tienden a evitar a las personas con opiniones diferentes. Tendencia que conduce a crear contextos de redes sociales cada vez más homogéneos. El miedo a lo diferente se extiende por muchos países y conduce a situaciones de intolerancia y autocensura. Es el caso de la Primavera Árabe que comienza con el apoyo de las redes sociales a las manifestaciones civiles; seguido de una instrumentalización de las mismas por parte de los gobiernos para perseguir, controlar y amenazar a las personas mediante procedimientos judiciales legales. Todo ello viene acompañado de una censura en las publicaciones críticas, bloqueo de sitios web o manipulación de la opinión pública. Tal presión lleva al uso de mensajería instantánea y a la creación de grupos cerrados, que acaban igualmente siendo homogéneos.
Helena Nassif, expone sus Preguntas sobre la movilidad cultural y la migración a través del Mediterráneo entre la teoría y la práctica. En su ponencia trata el tema del café, como Espacio Moralizante en Beirut: Televisión y Café, cultura durante el Ramadán, fruto de su investigación para el trabajo de 2016 Moralising Space in Beirut: Television and Café Culture During Ramadan in Sabry, Tarik and Khalil. Joe F. Arab Cultural Times: Media, The Temporal and Publicness. London: I.B. Tauris.
La cultura del café está en el corazón de la vibrante ciudad, de su vida social y política ya en 1943 y hasta el inicio de la Guerra Civil Libanesa (1975-1990). En aquel momento de independencia y prosperidad, Beirut experimentó un aumento de población. La ciudad creció físicamente permitiéndole hacerse cargo de la afluencia de inmigrantes y refugiados procedentes de países vecinos gobernados por políticas inestables. Todos estos cambios apoyaron el aumento de cafés modernos en los que activistas políticos, intelectuales, artistas, periodistas y locales pasaban su tiempo.Tras la guerra, en 1990, la cultura del café se convirtió en una mezcla de establecimientos locales y nuevos cafés pertenecientes a cadenas internacionales. Los desacuerdos y las tensiones que desencadenaron la lucha no estaban del todo resueltos. El café proporciona a la sociedad en tiempos de tensión e inestabilidad política, un lugar de discusión sí, pero también de esparcimiento.
Los cafés son también lugares para la sociabilización y el debate. El Café Rawda en Beirut continúa siendo un buen ejemplo de ello, a pesar de contar ahora con pantallas de televisión y de la prohibición de la venta y consumo de alcohol en el establecimiento; cambio que ha llevado a una diferenciación de la clientela entre conservadores y progresistas. La buena acogida de los cafés viene dada por la idealización de la imagen de lo pasado, la conservación de lo viejo, del recuerdo, que produce un sentimiento nostálgico que no conoce sector social, ni tendencia política, ni religión. Reuniendo de este modo a grupos heterogéneos en un mismo espacio.
Laia Vila reside entre Barcelona y Marruecos desde el año 2010, fecha desde la que trabaja en el sector social y de relaciones internacionales, tanto del ámbito público como privado. Especialista en el mundo árabe, nos presenta su ponencia La participación de la sociedad civil en la prevención de violencia extremista: el Caso de Túnez. (The participation of civil society in the prevention of violent extremisms: the case of Tunisia).
La Unión Europea está invirtiendo especialmente en Túnez, escenario de la Primavera Árabe, en el que sin embargo es alarmante el creciente número de grupos extremistas violentos y ataques terroristas, a las que el gobierno está tratando de dar fin desde 2015 a través del implemento de medidas antiterroristas de efectividad cuestionable. Además, el vertido de dinero en apoyo a proyectos de la sociedad civil, revela una descoordinación entre las iniciativas que no ayuda a mejorar la situación. El enlace entre la intensa labor de las ONG y el mundo académico sería un paso importante. Las ciencias sociales jugarían un papel fundamental tanto en la comprensión de la realidad como en la capacidad de crítica de la misma; buscándose, en última instancia, alternativas y soluciones que mejoren la realidad en la que se habita. El problema es que, en la teoría, parece sencillo, en cambio en la práctica, nos encontramos con un mundo fragmentado, en el que no es de extrañar que se recurra a una comunidad de personas de ideas afines; con una misma visión de la realidad. Una realidad parcial y distorsionada que conduce a discursos de odio en los medios sociales virtuales (online) y que pueden acabar por convertirse en una forma de control de las opiniones críticas. Por ello, se propone implementar cambios sociales atendiendo a ambos espacios de acción, online y offline.
Tras una breve entrevista tras la sesión de Comunicación para el cambio social y la mediación intercultural en el Mediterráneo, Laia Vila añade que deberían ponerse en práctica aún más Planes para el exterminio del extremismo violento, algunos ya han sido iniciados por Plan de acción de Naciones Unidas por Bankin Moon Asamblea Nacional. Laia propone planes de “ataque desde el interior” en los círculos de educación escolar, participación ciudadana, juventud, tratando de llegar a las categorías más excluidas de la sociedad. Nos recuerda además que la Islamofobia, la Islamofobia feminista, el Racismo, la Religión y el Autoritarismo son también formas de extremismo violento que hay que combatir de igual modo.
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