En Barcelona, se pueden ver estos días 5 fotografías como esta, imágenes relacionadas con los bombardeos de la guerra civil. En casi todos los casos, se trata de instantáneas que recogen la destrucción que causó la aviación. Al situarlas en los mismos lugares donde se produjo el hecho y a tamaño natural, se puede apreciar la perspectiva del fotógrafo en el momento de disparar y, además, se puede hacer una comparación con el estado actual de los inmuebles y calles.   

La imagen de cabecera, anónima, se tomó en la Gran Vía de les Corts Catalanes (durante muchos años, afortunadamente pasados, Gran Vía de José Antonio Primo de Rivera) frente al cine Coliseum. En este lugar, el 17 de marzo de 1938 una bomba cayó sobre un camión cargado con explosivos, multiplicándose así el efecto del bombardeo. Actualmente, un monumento- más que discutible monumento, los que lo habéis visto seguro que me entendéis- recuerda esos hechos. Otro día hablaremos de los bombardeos sobre Barcelona.      

Ricard Martínez, responsable de la exposición y miembro de  l’Associació Cultural Arqueologia del Punt de Vista, no niega la carga política del proyecto, sin renunciar a la faceta fotográfica e histórica del mismo.

A la vez, Jordi Martí, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, insiste en la sensación de fragilidad e inquietud que transmite el montaje. Personalmente, este me parece el punto más interesante, el enlace de esas imágenes con el presente a través de la sensación de fugacidad de la vida y de las cosas que nos plantea la destrucción repentina; la relativización de lo accesorio a que nos debe llevar, al menos por un momento, la contemplación de dos tiempos y acontecimientos dispares, confrontados en un mismo espacio. Historia útil para el tiempo presente.         

En El Periodico, podéis ver un buen vídeo sobre esta exposición urbana.  

Instalación fotográfica Runa, hasta el 19 de octubre

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