El impresionante éxito de la miniserie de TVE 23-F El día más difícil del Rey, es buena prueba del interés que siguen despertando los programas de ficción que recrean el pasado reciente y, especialmente, como en este caso, acontecimientos reconocibles y recordados por una parte importante de la población. Memoria de un tiempo, la transición, cargado de emociones, de cambios y debates intensamente vividos y recordados.
Pero además de las cuestiones relacionadas con la memoria, aquí encontramos una versión de la intrahistoria de los acontecimientos, claramente decantada hacia un sesgo que rinde (que se rinde en) homenaje a la figura del rey.
La historia está cargada de ejemplos que demuestran la fascinación y el placer que ejerce la contemplación de ver a reyes y gobernantes en sus luchas intestinas y tribulaciones por el poder. Desde las tragedias griegas, pasando por Shakespeare y hasta el cine actual, la dramatización de los conflictos relativos al ejercicio del poder ha sido un recurso habitual que muestra su cara siniestra y amarga sin olvidar los conflictos personales y familiares, humanos, de los protagonistas, que son imposibles de desgajar de las actividades públicas.
Muchas de estas historias contribuyen a crear mitos fundacionales, en este caso el de la democracia, basados en epopeyas gestadas por padres fundadores, que consolidan en el imaginario colectivo los valores y argumentos que sostienen el estado de las cosas. Y es evidente que el papel del rey en la noche del golpe de estado ha sido argumento probatorio principal en defensa de la monarquía parlamentaria en España.
La ficción complementa la realidad vivida y recordada, crea una nueva memoria, al situarnos en los espacios donde se desarrollaron acontecimientos fundamentales junto a los personajes que los protagonizaron, reviviendo tanto sus actuaciones como sus emociones. Se crea así una nueva realidad a la medida de lo esperado, de las expectativas sobre el buen gobierno y de los argumentos esgrimidos para legitimar los principios que se quiere se compartan. Y además, en la ficción, el espectador es en buena parte protagonista al vivir con emoción los hechos. El rey ya somos todos (o eso creen y hasta la próxima).
23-F El día más difícil del Rey, puede verse integramente en rtve.es