Narciso Mazariegos vivió su infancia y juventud en esta cueva que veis, en Hornillos de Cerrato, Palencia, junto a sus hermanos, su madre y su abuelo. También vivía su padre, Gregorio Mazariegos, hasta que un día, comenzada la guerra civil, supo que iban a por él. Se sentó en una silla, en la puerta de la cueva, esperando a que llegaran los que lo iban a matar. Así protegió a su familia.
En esa cueva siguieron viviendo durante muchos años. Allí nacieron todavía algunos de los nietos de Gregorio Mazariegos, a los que no pudo conocer.
No hace mucho, uno de ellos contaba que una maestra de su hija le dijo que la niña tenía mucha imaginación, que explicaba, por ejemplo, que su padre había vivido en una cueva. La maestra no podía ni imaginar que aquello era cierto.
La historia se ha de explicar, compartir, ver. Adonde no llega mi memoria ha de alcanzarme con la tuya. Para que sepamos de donde venimos y adonde vamos.
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