Conferencia/Taller 1: Anselm Rodrigo del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF)

El martes 11 de marzo vino a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología Anselm Rodrigo, doctor en biología por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), catedrático de Ecología en la UAB e investigador del CREAF. Nos expuso la situación actual de emergencia climática en la universidad, donde estamos y que estamos haciendo.

  • ¿Podemos hablar realmente de emergencia climática en la UAB?

Representantes democráticos, como la Moncloa y el Parlamento Europeo, declaran la emergencia climática en el Estado. El 21 de mayo de 2019 la UAB declara el estado de emergencia climática. El equipo de gobierno de la universidad ha acordado añadirse a la delcaración de estado de emergencia climática secundando la iniciativa de la Asamblea Ecologista de la UAB, que ha redactado una carta abierta dirigida al conjunto de la Universidad. Además, la UAB dedicó el curso 2019-2020 al tema del cambio climático, protagonizando la fiesta mayor y otras actividades institucionales.

  • ¿Podemos hablar de emergencia climática desde la ciencia?

El aumento de la concentración de CO₂ en la atmósfera en los últimos 800.000 años no parece seguir un ciclo natural. Desde que existe vida en la Tierra, nunca se habían alcanzado estos niveles de CO₂, y la gran mayoría de estas emisiones provienen de la combustión de combustibles fósiles y de los cambios en el uso del suelo. Por otra parte, se ha observado un aumento de las temperaturas globales con una relación causa-efecto muy clara desde el punto de vista estadístico, en el que los gases de efecto invernadero juegan un papel fundamental. El año 2024 fue el más caliente registrado a nivel global. Este calentamiento global ha provocado una serie de efectos climáticos variados, entre los que destacan fenómenos extremos como oleadas de frío, incendios, temperaturas más elevadas y lluvias torrenciales.

Fuente: Imagen extraída de la presentación

  • Emergencia climática en Cataluña

El cambio de clima en España comporta una modificación de las condiciones de vida y de cultivo, representando un peligro para la agricultura, tal y como indica la clasificación Köppen, una clasificación climática natural mundial que identifica cinco tipos de clima principales. Cómo observamos en la imagen en Cataluña entran en juego los climas áridos y desérticos dejando atrás el clima mediterráneo, con los impactos que esto supone. También se calcula que disminuirá notablemente la cantidad de agua en los ríos, siendo la cuenca mediterránea especialmente sensible a estos cambios de clima.

Comparación Köppen 1971-2000 vs. Köppen 2041-2060

Fuente: Imagen extraída de la presentación, para consultar el estudio visitar este enlace

Nota: Dfc: Clima boreal; Csa y Csb: clima mediterráneo; Cfb: clima coeánico; Bsh y BsK: Clima semiárido o semidesértico caliente o frío; Bwh y BwK: Climas áridos caliente o frío

Además, se observa un aumento del nivel del agua del mar que podría provocar la desaparición del delta del Ebro, fenómeno identificado en el mapa de C40 Cities, que muestra las ciudades afectadas. Cuando el CO₂ se incorpora al mar, se produce un aumento de la acidez y una bajada del pH. Aunque los efectos de este fenómeno no están del todo claros, se prevé que afecte a la vida marina, ya que muchos organismos dependen de ese equilibrio, con consecuencias tanto directas como indirectas que nos dejan inciertos sobre cuál será el escenario alternativo.

Mapa de C40 Cities con las ciudades afectadas por la subida del nivel del mar

Fuente: Imagen extraída de la presentación

  • Los más vulnerables son los que menos emiten

La vulnerabilidad de los países frente al cambio climático depende tanto de las condiciones climáticas que afectan a cada región (como inundaciones, tormentas, etc.) como de los sistemas y regulaciones que tengan para gestionar y recuperarse de estos acontecimientos.

Así, el mapa de emisiones de CO₂ y de vulnerabilidad evidencia que los países con mayores emisiones a menudo tienen recursos y políticas que les permiten afrontar mejor estos fenómenos, mientras que los países que menos emiten se encuentran, en muchos casos, en una situación de mayor vulnerabilidad.

Mapa de emisiones de CO2 per cápita

Fuente: Imagen extraída de la presentación

Mapa de media global de vulnerabilidad humana

Fuente: Imagen extraída de la presentación

  • ¿Podemos hacer algo?

Los escenarios de futuro muestran un panorama en el que se contempla un mapa con un mejor rendimiento a 1,5 grados comparado con 2 grados. Si actuamos de forma decidida, podremos reducir significativamente algunos de los efectos adversos del cambio climático.

Para mantener el aumento de la temperatura a 1,5 grados, resulta imprescindible reducir las emisiones globales en un 45% y complementar esta reducción llegando a un 70% de energía renovable.

Este objetivo se puede conseguir de dos formas: aumentando la generación de energía renovable o reduciendo el consumo energético global. Es fundamental reducir el total de energía utilizada al tiempo que se incrementa la proporción de energía procedente de fuentes renovables.

A nivel mundial, las emisiones proceden principalmente de la producción de electricidad, la climatización y el sector agrícola, entre otros. En el contexto catalán, según datos del monitor público de emisiones de Catalunya (324.cat), aproximadamente el 30% de las emisiones por sectores se deriva del transporte.

Gráfica de emisiones en Cataluña por sectores (2022)

Fuente: Imagen extraída de la presentación

  • En la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)

La información sobre la emergencia climática no es fácil de encontrar, puesto que no sólo falta una etiqueta específica que la identifique, sino que su localización resulta complicada. Si la información es complicada de encontrar representa que no es importante, debería pedirse que se pueda acceder de forma clara y darle más relevancia.

La UAB aprueba un programa de actuaciones para alcanzar neutralidad climática en 2030

La UAB ha aprobado un ambicioso programa de Política Climática para eliminar el uso de combustibles fósiles, disminuir la huella de carbono y compensar las emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en el año 2030. Debemos ir vigilando que este programa se vaya cumpliendo vaya alcanzando los objetivos marcados.

Emisiones de CO2 en la UAB

Gráfica de emisiones de CO2 de la UAB según alcance

Fuente: Imagen extraída de la presentación

Nota: Alcance 1: emisiones directas (gas natural y transporte de lo que se tiene control, bus interno y flota propia); Alcance 2: electricidad; Alcance 3: movilidad para acceder al campus, viajes de trabajo, tratamiento de residuos y consumo de agua

Las emisiones relacionadas con el Alcance 3 son las más importantes en las que incidir, ya que el transporte privado como medio de acceso al campus es el principal causante de emisiones de CO2. Las encuestas de hábtis de movilidad anuales de la UAB muestran un mapeo muy completo sobre la forma de acceso al campus, sin embargo, en la última no se puede encontrar de dónde vienen las personas. No sólo es responsabilidad de los usuarios, es imprescindible apostar por una buena red de transporte público.

Podemos consumir diferente y sobre todo menos

Lo más útil es reducir el consumo, en vez de centrarnos en reutilizar o reciclar. Varias organizaciones, como OXFAM, Ecologistas en Acción o la Cooperativa Opcions, ofrecen herramientas para fomentar un consumo responsable. También hay que evitar envases desechables, ya que pueden provocar un efecto rebote, como se ve con los vasos utilizados en las máquinas de café.

Por lo que respecta a la universidad, es importante cuestionarse qué se está haciendo en este ámbito. Por ejemplo, si se entiende que consumir más verduras puede reducir las emisiones de CO₂, sería oportuno que los menús vegetarianos estuvieran más presentes en el campus. Sin embargo, la implementación de esta medida es complicada: ¿si para recibir las concesiones se requieren medidas como derechos laborales garantizados y normativas sanitarias, porque es legal darlas si no hay una intención de reducción de emisiones? Si fuera más asequible y fácil de realizar, ya se habrían implantado, pero la situación actual plantea varios obstáculos.

Actualmente, la UAB está desarrollando el proyecto de sostenibilidad alimentaria “Recooperem” orientado a reducir el desperdicio alimentario; se propone que lo que sobra en las facultades se destine a una cooperativa para su reutilización. Asimismo, sería conveniente pedir información sobre el origen de los productos y promover su consumo de proximidad.

Por otro lado, se han realizado mejoras notables como el cambio a iluminación LED y la mejora del aislamiento térmico, así como la intención de sustituir las calderas de gas, consiguiendo un buen resultado. Las energías renovables en el campus representan actualmente un 4%, cantidad mínima pero mejor que nada, y se prevé un aumento de la instalación de placas solares, el uso de biomasa y una disminución general del consumo.

  • ¿Qué podemos hacer?

Organizarnos y participar activamente son claves para impulsar el cambio. Es fundamental establecer y utilizar sistemas de participación estudiantil, como por ejemplo la Asamblea Ecologista de la UAB, para poner esta temática en la agenda diaria de la universidad.

Hay muchas formas de organizarse; por ejemplo, las ocupaciones de End Fósil sirvieron de catalizador para desarrollar un modelo de asignatura optativa para todos los grados, aunque actualmente se encuentre estancado, que abordaba la crisis ecosocial. Cursos como éste que estamos llevando a cabo son necesarios para organizarnos y presentar propuestas de mejora para reclamar las medidas necesarias para afrontar la situación de emergencia climática en la universidad.