Esta entrada iba a ser una reseña formal de un libro reciente para la SFRA Review. Sin embargo, finalmente decidí que no podía enviar un texto de esta naturaleza sin leer de cabo a rabo el libro en cuestión, una tarea que encontré imposible de cumplir. No porque el libro no fuera lo suficientemente bueno (de hecho es muy bueno) sino porque me sentí abrumada. Me refiero a Out of This World: Speculative Fiction in Translation from the Cold War to the New Millennium de Rachel S. Cordasco (University of Illinois Press, 2021).

            Cordasco, crítica y traductora, dirige el sitio web Speculative Fiction in Translation desde 2016 porque “la ficción especulativa nos ofrece una perspectiva única sobre los diferentes pueblos que llaman hogar a este planeta, y la traducción es en sí misma una forma de convertir lo alienígena en familiar”. Su sitio web continúa el trabajo realizado por el autor israelí de ciencia ficción Lavie Tidhar en el blog World SF (2009-2013), que comenzó, explica Tidhar, “en parte como una excusa para promover mi entonces próxima antología de ficción especulativa internacional, The Apex Book of World SF,  pero principalmente por lo que solo puede describirse como un impulso ideológico, un deseo de resaltar y promover voces que rara vez se escuchan  en la  ficción de género”. El impacto de la ciencia ficción original en inglés es abrumador (en este y en la mayoría de los géneros), y tanto Cordasco como Tidhar se propusieron tratar de ofrecer una visión más panorámica. El sitio web de Cordasco tiene reseñas, entrevistas y, lo más interesante, la sección ‘SFT Source Language Lists‘, que ofrece bibliografías constantemente actualizadas de ciencia ficción traducida al inglés a partir de obras publicadas en 57 idiomas. Es una tarea realmente colosal y me maravilla que una sola persona pueda llevarla a cabo, incluso suponiendo que tenga colaboradores.

            Las listas son el origen del libro Out of This World, que ofrece capítulos para 14 de estos 57 idiomas: árabe, chino, checo, finlandés, francés, alemán, hebreo, italiano, japonés, coreano, polaco, ruso, español y sueco. Estos son los idiomas con un mínimo de diez volúmenes traducidos al inglés. En la Introducción, la propia Cordasco presenta su libro como un volumen de referencia y una guía, y advierte que extiende el campo cubierto a la ficción especulativa (en lugar de solo la ciencia ficción), la fantasía y el terror. Cada capítulo tiene una introducción de un escritor invitado del área lingüística analizada, que examina brevemente la historia de la ciencia ficción, la fantasía y el horror en su idioma. A continuación se ofrece una segunda sección panorámica, obra de Cordasco, en torno a los textos traducidos al inglés, incluyendo una breve descripción de su contenido. Finalmente, cada capítulo ofrece una bibliografía de fuentes primarias traducidas (en orden cronológico por fecha de publicación original), notas y una bibliografía de fuentes secundarias. Logré leer en su totalidad unos cinco capítulos, subrayando pasajes interesantes en su introducción, hasta que me di por vencida dada mi desesperante incapacidad de seguir absorbiendo tanta información. No obstante, sí leí todas las introducciones.

            El volumen de Cordasco, insisto, es una joya, y no puedo elogiarlo lo suficiente. Pero al mismo tiempo no sé qué hacer con él. Para empezar, tengo dudas sobre si las listas de bibliografía que ella misma ofrece online tienen mayor utilidad y cumplen mejor el propósito de la autora. No es el caso del todo porque las listas no tienen una introducción ni comentarios sobre cada uno de los textos como los capítulos de su libro, siendo pura bibliografía. Sin embargo, cada vez que me encuentro con un volumen de referencia, me desconcierta nuestra persistencia en publicar como libros impresos o digitales lo que deberían ser recursos en línea, tal vez bases de datos.

            Cordasco insiste en que su intención es ayudar y guiar a los lectores anglófonos curiosos sobre cómo funcionan sus géneros favoritos en otros idiomas, aunque, por supuesto, también está ayudando a los lectores no nativos de inglés a llegar a otras tradiciones de ciencia ficción. Al final, sin embargo, no agregué ningún volumen de los que comenta en su libro a mis listas de futuras lecturas porque, como he mencionado, me sentí abrumada con tanto título. Supongo que Cordasco quiere que repasemos su volumen cada vez que tengamos ganas de leer algo diferente en lugar de consumir su libro de principio a fin, al igual que nadie (o casi) lee diccionarios. En ese caso, sin embargo, prefiero un sitio web, me parece más fácil de usar.

            Escribo este post en un momento en el que estoy considerando con mi colega de la UAB Víctor Martínez-Gil cómo producir una historia y una guía para la ficción especulativa catalana. Hay innumerables reseñas y una magnífica bibliografía de Antoni Munné-Jordà, pero no existe realmente una historia. El volumen del periodista Sebastià Roig El futur dels nostres avis (2012) recorre el nacimiento del género en catalán y su historia hasta 1939, cuando el atroz régimen franquista prohibió todas las publicaciones en catalán (que resurgieron tímidamente una década después). Víctor y yo editamos el año pasado un número monográfico para la Catalan Review (36.1) destinado a interesar a los lectores de libros en lengua catalana en la obra de algunos destacados autores catalanes contemporáneos de ciencia ficción: el propio Munné-Jordà,  Jordi de Manuel, Montserrat Galícia, Juan Lluís Lluís, Carme Torras, Marc Pastor y Enric Herce. Aprovechamos entonces para escribir el artículo introductorio “Present i futur de la ciència ficció catalana” (45-57), que debería ser un borrador del volumen que queremos ver publicado.

            Sin embargo, en el momento en que Víctor ha comenzado a organizar una posible estructura para ese volumen, hemos visto las muchas dificultades que se cruzan en nuestro camino, desde la falta de suficientes colaboradores académicos hasta el problema de cómo convertir una historia/guía en un libro atractivo y legible. Podría parecer que la solución se encuentra en algún punto entre la popular guía Science Fiction: The 100 Best Novels, de David Pringle, una Biblia para muchos lectores neófitos (como Ciencia ficción: guía de lectura, de Miquel Barceló), e Historia de la ciencia ficción en la cultura española, coordinada por Teresa López-Pellisa, otro libro que me pareció fascinante y abrumador como  el de Cordasco. El problema, insisto, es que los libros de referencia no son fáciles de leer y, posiblemente, no pueden serlo debido a su propia naturaleza. En ese sentido, me parece muy interesante lo que el sitio web Worlds without End ha hecho con el libro de Pringle, convirtiéndolo en la fuente de una página muy fácil de usar dentro del enorme sitio web. Echad un vistazo aquí.

            Reconozco que tal vez el problema es que ya no estoy haciendo las tareas que requieren los libros de referencia, aunque el grado de dificultad varía. No sé cómo funciona esto para vosotros, pero aunque mantengo una lista de libros para leer, he descubierto que debe vaciarse para cuando llegue como máximo a 15 libros. Cada vez que se alarga la lista, pierdo interés, empiezo a postergar la lectura y termino sin leer ninguno de los libros. En el caso de Pringle, por ejemplo, subdividí los 100 libros recomendados en subconjuntos aleatorios: leía cinco que me llamaban la atención, luego meses más tarde otros cinco y así sucesivamente. No he cubierto toda la lista, pero aunque me ha llevado muchos años, posiblemente he leído el 80% de los libros que Pringle destacó. El volumen de Cordasco, en cambio, menciona cientos de libros y es por ello que me pierdo. Podría, por ejemplo, elegir un libro de cada uno de los 14 idiomas estudiados, pero sería una muestra tan pequeña que me parece ridícula, sobre todo porque en ningún momento ella o sus colaboradores indican por dónde empezar. Todo parece igualmente atractivo y es por eso que me sentí abrumada.

            La conclusión inevitable es que las obras de referencia y las guías deben se repensadas si se quiere ofrecer información valiosa sin abrumar a los lectores a los que se supone que deben ayudar. Dar pequeños pasos parece mejor que engullir cientos de páginas con innumerables alusiones a libros supuestamente indispensables. Al final no sé cómo debemos proceder mi amigo Víctor y yo, pero al menos conozco los escollos que debemos evitar. En cuanto al libro de Cordasco,  espero que encuentre a los lectores a los que se dirige, lectores a quienes desearía poder conocer, porque deben ser un grupo sin duda muy intrépido.