Estamos en un momento que podrá conocerse como la Cuarta Revolución Industrial, en la que los avances tecnológicos conducen a que la producción de bienes y servicios se realice de forma automática con mínima dependencia del factor humano. Para llegar a esto, el dato se ha convertido en una pieza fundamental del engranaje dado que, con esta unidad mínima de información, se materializan los cambios que se han producido y los que han de venir en nuestro día a día. En efecto, la gestión de información justifica, por ejemplo, la inteligencia artificial que va siendo incluida en aspectos diversos como puede ser la actividad económica, el cuidado de la salud, la selección de personal o la educación con profesores virtuales. También en la captación de información, su procesamiento y la consecuente realización de acciones se basa la robótica y la creación de máquinas con un alto nivel de sofisticación y cuyos límites aún están por definir. Así mismo, no hay que olvidar que cada sujeto se ha convertido en un interesante recurso económico para las empresas en cuanto a los datos de los que es titular y que, debidamente procesados, permiten conocer múltiples factores que permiten adaptar su oferta.

El proyecto de investigación que se quiere desarrollar y cuyos avances se irán reflejando en este blog, se encuadra en este contexto. Su objeto de interés es el dato y el medio ambiente económico que se está formando en torno al concepto. En este sentido, concebimos una economía del dato que se fundamenta en dos aspectos: la digitalización, que significa la conversión numérica de esos datos, y la Inteligencia Artificial, que permite ese procesamiento y la obtención de un producto o resultado.

La investigación ha de desarrollarse en un marco concreto y con un punto de vista determinado. El marco es la empresa entendida como una entidad que mantiene relaciones internas con aquellas personas que realizan trabajo (ya sea por cuenta propia o por cuenta ajena) para conformar la actividad económica que implica y externas con terceras personas que le permiten relacionarse económica (por ejemplo, personas que actúan de proveedores y compradores) y socialmente (por ejemplo, administraciones y entidades).

El punto de vista que se proyecta sobre el objeto de interés y el marco descrito es el de la Ciencia Jurídica que ha de emplearse para responder a una pregunta clave: ¿el ordenamiento jurídico vigente está adaptado a las necesidades que implica el desarrollo de la economía del dato o se han de plantear nuevos institutos y reorientar los existentes y, en su caso, hacia dónde?

Con este propósito se conforma un grupo de expertas y expertos en diversas áreas del Derecho como el civil, mercantil, laboral, internacional privado o tributario en la Facultat de Dret de la Universitat Autónoma de Barcelona que compartirán sus avances en la materia con este blog que forma parte de las actividades a desarrollar bajo el proyecto PID2020-113506RB-100 del Ministerio de Ciencia e Innovación titulado “Reorientación de los instrumentos jurídicos para la transición empresarial hacia la economía del dato”.

José Antonio Fernández Amor