En este artículo se describe una práctica pedagógica de aprendizaje musical en un contexto chileno en donde el docente comparte la docencia con un grupo de estudiantes de secundaria, quienes enseñan a sus compañeros la estructura básica de una canción. Aunque los resultados de la evaluación fueron similares entre los estudiantes que trabajaron con co-enseñantes y aquellos que lo hicieron de la manera habitual, la implementación de esta práctica ofrece al estudiantado una valiosa oportunidad para interactuar con sus compañeros en el aula, construir conocimientos musicales y participar activamente en la enseñanza. La investigación se llevó a cabo mediante una metodología mixta. La dimensión cuantitativa del proceso se apoyó fundamentalmente en la aplicación de un test de desempeño a todo el alumnado participante, mientras que la parte cualitativa se realizó por medio de Focus Group en los que participaron 33 estudiantes.