El último informe de la entidad Transparencia Internacional es poco halagüeño para los países mediterráneos, que son señalados por no haber conseguido acabar con la corrupción.

Transparency international ha publicado los resultados del índice 2011 de la corrupción, un fenómeno anclado todavía en los países de todo el Mediterráneo.

Los países de las dos orilla del Mediterráneo se enfrentan a resultado similares. El primer país de la zona mediterránea es Francia, y se encuentra en la posición 25, seguido de España en 31ª posición, y Portugal en 32ª. En la cola del pelotón, Líbano se queda en la 134ª posición, y Libia cierra el grupo en la plaza 168. Para identificar mejor la situación, cabe destacar que el último país de la clasificación es Somalia, que ocupa el número 182.

El índice de corrupción clasifica los países en función del grado de corrupción del sector público en una escala del 0 al 10. 0 significa una corrupción muy elevada y 10 significa que el país ha eliminado totalmente la corrupción, según el organismo.

Transparency International señala que “los daños provocados por la corrupción, la impunidad y la inestabilidad económica han provocado un impacto negativo en cadena mundial en 2011. Las protestas de numerosos países se han propagado rápidamente (…) sus orígenes pueden ser diversos, pero su mensaje es el mismo: más transparencia y responsabilidad para las clases dirigentes”.

Ninguna región del mundo está a salvo “de los daños de la corrupción, la gran mayoría de los 193 países y territorios evaluados tienen una puntuación inferior a cinco“, según la organización.

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