Arnau de Vilanova tradujo o adaptó del árabe diversas obras médicas de Abu-l-Salt, Avicena, Hipócrates y Galeno. Mientras que, sabemos por él mismo que conocía y leía árabe, ignoraba el griego, según propia confesión, una ignorancia normal en la Europa occidental de aquel tiempo.

  1. De medicinis simplicibus (“Sobre los medicamentos simples”), traducción probablemente temprana, quizá realizada en Valencia en la década de 1270, del tratado farmacológico de Abu-l-Salt, un polígrafo árabe nacido en Dénia (1068-1134). El tratado enumera 420 simples ordenados según su efecto en el cuerpo humano.
  2. De rigore, tremore, iectigatione et spasmo (“Sobre el escalofrío, el temblor, la palpitación y el espasmo”) de Galeno (Barcelona, 1282), breve tratado que pretende distinguir la apariencia, la causa y el tratamiento de cuatro tipos de movimientos involuntarios que afectan totalmente o parcialmente al cuerpo humano.
  3. De viribus cordis (“Sobre las fuerzas del corazón”) de Avicena, traducción quizá también realizada en Barcelona dentro de la misma década del 1281. El tratado explica la relación entre el estado del corazón y los procesos normales y patológicos de las emociones. A continuación describe la capacidad de las diversas medicinas para fortalecer el corazón.
  4. Doctrina Galieni de interioribus s (“Sobre las partes internas”): libre reelaboración con la que sintetizó, en Montpellier (1300), los dos primeros libros del De interioribus –nombre medieval del De locis affectis, uno de los tratados más completos de Galeno– con la intención de hacerlo más inteligible a los estudiantes de medicina. En él se explica que un estudio escrupuloso de los síntomas de un trastorno permite diagnosticar a qué parte del cuerpo afecta y cuál es el problema.
  5. Compendium regimenti acutorum (“Compendio del tratamiento de las afecciones agudas”) reelabora, de manera general y sintética, el contenido del tratado hipocrático Regimen acutorum sobre la dieta en las afecciones agudas, también objeto de comentario por parte de Arnau (perdido).
Galenushippocrates
 Ilustración: Galeno e Hipócrates en un fresco de la catedral de Anagni (s. XII). Fuente: Wikimedia.