Es una etapa breve, que comprende únicamente dos obras (cf. obras, núm. 1 y 2) escrita con poco tiempo de diferencia. Arnau de Vilanova está convencido de que toda la creación, la historia y la Biblia están llenas de misterios y sentidos ocultos que progresivamente Dios irá desvelando. Precisamente, Arnau se siente llamado a descifrar el sentido oculto en las letras del alfabeto y de aplicarlo a los nombres de Dios. En la Biblia no hay absolutamente nada en vano, cualquier elemento, las letras, la manera como estan escritas, su sonido, tiene una profunda razón de ser. Algunos estudiosos creyeron que los antecedentes de este proyecto inicial de Arnau se podían encontrar en la cábala judía, pero la edición crítica de estas obras ha dejado claro que el punto de partida de Arnau es la obra De semine Scripturarum. Los nombres de Dios, bien interpretados ya manifiestan su esencia, su Trinidad.