Desde el año 1995 hasta el 2000 el número de licenciados se mantuvo bastante estable, pero el de personas empleadas en el ámbito de la comunicación creció en casi un 40 % (datos que agrupan tanto a licenciados como a otros profesionales que trabajan en este ámbito). Estos datos nos pueden llevar a dos hipótesis: o bien había un excedente de profesionales de los medios de comunicación que no tenían empleo y que por algún fenómeno puntual encontró un trabajo en los medios durante el periodo estudiado, o bien que se trata una tendencia creciente, que podría suscitar una falta de licenciados de la comunicación. Nosotros nos inclinamos por la primera opción, ya que durante los años noventa se pudieron ver los efectos de la ley de liberalización de las telecomunicaciones, que trajo consigo una oferta de trabajo no vista hasta el momento, sobretodo en el ámbito de la televisión y de la publicidad.

Por otro lado, sería interesante conocer la estratificación por edades de los profesionales del sector, para deducir las posibilidades de inserción laboral en los próximos años para los alumnos que terminen sus estudios en las facultades de Ciencias de la Comunicación. Periodismo continúa siendo la titulación en la que se licencian la mayoría de las personas que estudian carreras relacionadas con la comunicación. Y precisamente son estos graduados los que tienen más potencial de inserción laboral, pues las ofertas de trabajo para licenciados en Periodismo publicadas, son en las que menos se pide experiencia como requisito. Este dato, no obstante, no indica la cantidad de puestos de trabajo, la calidad del trabajo ofertado ni la duración del contrato.

Por otro lado, la tasa de paro para los periodistas, cuatro años después de terminar la carrera es de 7,8 %, que aún cuando se podría considerar alta, no lo es tanto puesta en el contexto laboral nacional, con una tasa media superior al 12 %, para los profesionales licenciados. El tiempo de espera medio que tarda un licenciado en Periodismo en encontrar trabajo también es relativamente breve: 3,9 meses.

A falta de estudios acerca de la colocación de los licenciados en Publicidad y Relaciones Públicas y en Comunicación Audiovisual, sólo hemos podido entrar en el análisis de los estudios sobre los graduados en Periodismo. De éstos, el soporte en el que hay más empleados es la prensa, seguido de la televisión y los gabinetes de comunicación. En este sentido se hace evidente que los soportes tradicionales continúan siendo los que ofrecen más posibilidades de trabajo, aunque en el caso de los gabinetes de prensa, el tipo de información que se maneja persigue unos fines distintos y es, a menudo, más especializada. No obstante, ninguna de las titulaciones del ámbito de la Comunicación aparece en la lista del Ministerio de Educación como
titulaciones más requeridas, ni carreras con más futuro ni carreras con mejores perspectivas de desarrollo para la próxima década. Consuela saber que, por lo menos, tampoco aparecen en el listado de carreras en declive.

Las prácticas y los contactos personales son las principales vías de acceso al mercado laboral, por lo que la especialización (que podríamos considerar como parte del currículum), que algunos expertos apuntan como valor de futuro, no deja de ser una ventaja, pero no determinante. Ni siquiera aparece entre las aptitudes o habilidades que los periodistas consideran más valoradas por sus jefes.

Respecto al tipo de contrato, se aprecia una importante presencia de la temporalidad y aunque lo expuesto en este capítulo no lo recoge con exactitud, se intuye una creciente tendencia al trabajo autónomo, ya que los grandes medios se encuentran en una fase de exernalización de servicios (incluida la elaboración de noticias), por lo que las empresas de producción y los profesionales freelance están en aumento.

Sería interesante hacer un estudio con más detalle de este fenómeno. En cuanto a la adecuación de la carrera, los datos que hemos manejado se refieren sólo a la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Santiago de Compostela, pero podemos considerar que las tendencias mostradas son, en términos generales, extrapolables al conjunto del Estado. Por ello podemos concluir que, pese a que la cantidad de prácticas se considera insuficiente, las que se hacen se consideran lo mejor de la carrera. Además, los licenciados que ejercen el periodismo ratifican la importancia de este punto de vista al considerar que el dominio de los aspectos prácticos de la profesión son lo más valorado por los jefes. Sin embargo, los aspectos teóricos (incluyendo el conocimiento de la ética profesional), pasan a segundo término a juicio de los licenciados, tanto en su valoración de los aspectos más importantes de la carrera como en lo que es valorado por sus superiores en el trabajo. Por otro lado, si tenemos en cuenta que la mayoría de licenciados en Periodismo en Galicia cursó algún tipo de estudio después de terminar la carrera,  podemos deducir que los contenidos se consideran insuficientes en algunas áreas o
que hay áreas omitidas en el currículum que son útiles para el ejercicio de la profesión. Como hemos visto, las principales recomendaciones en este sentido son la incorporación de idiomas y el refuerzo de las habilidades técnicas.

Finalmente, los datos analizados llaman a reflexionar acerca del nivel de calidad del profesorado y recuerdan una vez más la necesidad de una evaluación continuada de la calidad de la enseñanza, al aparecer el profesorado como lo peor valorado.

El informe íntegro puede consultarse en línea en la siguiente dirección:

Libro blanco de los títulos de grado en Ciencias de la Comunicación