En este apartado nos centramos en la posibilidad de que las familias, en el hogar, ayuden a sus hijos e hijas a aprender o a reforzar contenidos escolares a través de la tutoría entre iguales. Se trata de la constitución de parejas, en las que el tutor es un miembro de la familia (habitualmente el padre o la madres) y el tutorado, un niño o adolescente. Estudios realizados en Estados Unidos e Inglaterra demuestran que la conexión entre la escuela y la familia facilita los buenos resultados académicos. En algunos trabajos se cita la tutoría entre iguales (entre padres e hijos, abuelos y nietos, y entre hermanos), como una metodología que facilita los aprendizajes sociales y culturales de los niños y la familia.

Son numeroso los estudios (recogidos por ejemplo en Wolfendale y Topping, 1996) que demuestran la influencia positiva en los resultados escolares de los niños cuando se da la implicación de las familias – padres, abuelos, hermanos- que colaboran con los maestros acompañando los aprendizajes escolares de los niños en su hogar.

Creemos que esta posibilidad es muy interesante en una sociedad compleja y plural como la nuestra, tanto para familias catalanas como para familias procedentes de la inmigración.

Los maestros tienen experiencias sobre las peticiones de los padres y las madres que solicitan  información a la escuela sobre cómo ayudar a su hijo o hija en el aprendizaje escolar. Aunque sabemos, como demuestran estudios realizados en dicha temática, que el contexto familiar juega un papel educativo importante y complementario al de la escuela, también observamos que en algunos casos – probablemente con alumnos que presentan una mayor necesidad de ayuda y en particular en el aprendizaje de la lengua- puede ser altamente conveniente ofrecer estructuras de interacción que permitan que padres y madres aprendan con sus hijos e hijas en conexión con las competencias básicas escolares.

Este escenario de tutoría entre iguales tiene un interés especial en la integración y la cohesión social y lingüística de los niños y las niñas inmigrantes y, en consecuencia, también para sus familias. En observaciones realizadas en escuelas y hogares de familias de Bangladesh en Londres, llevadas a cabo por el equipo de investigación de la Dra. Eve Gregory del Goldsmits College de la Universidad de Londres (en las que han colaborado miembros de nuestro grupo), se han constatado en registros situaciones de juego en el aprendizaje de la lengua entre hermanos (tutoría entre iguales), observando que existe relación entre las estrategias que se manifiestan y las estrategias que utiliza la escuela inglesa.

En estas situaciones de juegos entre iguales, se observa que los hermanos asumen roles: la pequeña es la alumna y la mayor la profesora. El objetivo de este tipo de juego es enseñar. De esta manera, podríamos interpretar que la hermana mayor representa el papel de “experta” y proporciona apoyo y ayuda a su hermana pequeña, en la línea del conocido aprendizaje en andamiaje (Bruner y Vigotsky). Así, los pequeños de la familia se inician en el aprendizaje de la lengua oral y escrita valorando la visión de la hermana mayor, lo cual favorece la interacción con los modelos de actividades que tienen lugar en la escuela.

Los maestros de nuestro grupo observan que en las escuelas de Cataluña proliferan los canales o vías de participación de las familias, aunque a menudo dichas colaboraciones son en una dirección, o sea, que las familias participen en la escuela para ayudar en algunas actividades o en la celebración de las fiestas, asistir a las entrevistas o reuniones, etc. Pero a menudo no se da la continuidad en el contexto familiar del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Creemos que en la tutoría entre iguales alumno-familia, el tutor (padre, madre, abuelo, hermanos,…) o experto ayudará a alcanzar determinados aspectos, previamente negociados con los profesores de la escuela (como por ejemplo la lectura comprensiva) al tutorado (hijo o hija), a través de un programa consensuado y estructurado.

Partiendo del modelo propuesto por Gregory (1996) y de las reflexiones del grupo, mencionamos una serie de aspectos para tener en cuenta en la intervención en un proyecto de continuidad y colaboración familiar:

– Definir y explicitar la población que lo llevará a cabo: grupo de alumnos, familias y profesorado implicado.

– Definir la temática y los materiales con los que se va a trabajar, contando con la aceptación de los maestros y los familiares.

– Explicar y compartir el método o como efectuar las ayudas, a través de reuniones, con ejemplos que se puedan ver en un video, etc.

– Establecer reuniones periódicas de los diferentes agentes implicados (investigadores, familia y profesorado).

– Compartir los resultados del funcionamiento del programa.

– Velar por la inclusión del programa en el conjunto de la escuela y que se comparta con el resto de los profesionales.

Para que esto sea más efectivo, pensamos que las escuelas deben contar con un equipo de maestros preparados para trabajar como etnógrafos, analizando sus propias creencias y prácticas y también las de las familias con las que trabajarán. El método de la tutoría entre iguales (familia-alumno), sin anular el trabajo de la escuela, mejorará la competencia del tutor y del tutorado en la materia que se trabaje, conseguirá la participación de las familias y hará que se compartan aspectos sobre el aprendizaje, cuestiones que consideramos imprescindibles.

Referències

Gregory, E., (1996) Learning from the community: a family literacy project with Bangladeshi – origin children in London (89 – 116). In Wolfedale and Topping (Ed.) Family involved in literacy. London . Cassell. Podeu trobar una traducció al català en l’apartat de documents i recursos.

Wolfendale, S.W. i Topping, K.J. (Eds). (1996). Family Involvement in Literacy: Effective Partnerships in Education. London: Cassell.