La cueva de Es Càrritx se localiza en el Barranc d’Algendar, en el sur de la isla de Menorca. Esta cavidad de origen cárstico se formó hace miles de años en el seno de una de las formaciones geológicas de “marés” (calcarenitas en el lenguaje especializado), que caracterizan el sustrato de esta parte de la isla.

Se adentra 230 m en la profundidad de la tierra, aunque sólo los primeros 170 m presentan interés arqueológico. Estos se dividen en siete salas o espacios de dimensiones variables, que fueron el escenario de distintas actividades humanas a lo largo de más de mil años.

  • Càrritx I (entre aprox. 1600 y 1450/1400 antes de nuestra era). Primeras frecuentaciones humanas de la cueva. Uso ritual de las salas 3, 4, 6 y 7.
  • Càrritx II (entre aprox. 1450/1400 y 800 antes de nuestra era). Uso de la Sala 1 como cementerio colectivo. A lo largo de esta fase se produjeron cambios en la utilización del espacio y en las prácticas funerarias. Hacia el final de esta etapa se realizó el depósito ritual de la Sala 5. Poco después del cese de los enterramientos, una parte de la pared del barranco situada por encima de la entrada se desprendió y taponó casi totalmente el acceso original.
  • Càrritx III (entre aprox. el siglo V antes de nuestra era y 700 de nuestra era). Varios siglos después del abandono del cementerio, cuando la entrada a la cueva estaba casi obturada, algunas personas depositaron restos humanos. Después de este evento, la cueva no volvió a ser visitada por seres humanos hasta la llegada de los espeleólogos Pedro Arnau y Josep Márquez en el mes de febrero de 1995.

La definición de las etapas en que la cueva des Càrritx fue frecuentada por grupos humanos se basa en casi treinta dataciones de Carbono 14 y en diversos indicadores estratigráficos y de cronología comparada.

  • Càrritx I (entre aprox. 1600 y 1450/1400 antes de nuestra era). Primeras frecuentaciones humanas de la cueva. Uso ritual de las salas 3, 4, 6 y 7.
  • Càrritx II (entre aprox. 1450/1400 y 800 antes de nuestra era). Uso de la Sala 1 como cementerio colectivo. A lo largo de esta fase se produjeron cambios en la utilización del espacio y en las prácticas funerarias. Hacia el final de esta etapa se realizó el depósito ritual de la Sala 5. Poco después del cese de los enterramientos, una parte de la pared del barranco situada por encima de la entrada se desprendió y taponó casi totalmente el acceso original.
  • Càrritx III (entre aprox. el siglo V antes de nuestra era y 700 de nuestra era). Varios siglos después del abandono del cementerio, cuando la entrada a la cueva estaba casi obturada, algunas personas depositaron restos humanos. Después de este evento, la cueva no volvió a ser visitada por seres humanos hasta la llegada de los espeleólogos Pedro Arnau y Josep Márquez en el mes de febrero de 1995.