El espeleólogo Pedro Arnau descubrió la cueva de Es Mussol en el verano de 1997.
La cavidad se abre en un acantilado de 40 metros de altura situado en el paraje de Cala Be, al noroeste del término municipal de Ciutadella (Menorca). La cueva de Es Mussol posee una serie de salas interconectadas que acogían restos de época prehistórica, la mayoría directamente depositados sobre el suelo.
En una de estas salas se descubrieron tres pequeñas vasijas de cerámica y una serie de tallas de madera, entre las cuales destacaban dos cabezas con evidentes rasgos humanos.
Lo insólito de estos restos prehistóricos y su carácter perecedero aconsejaron una intervención de urgencia en agosto de 1997.